Sin bancos no hay paraíso

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La banca no chuta. Ni el BBVA, con cambio de consejero delegado ni el Banco Santander, incapaz de romper los máximos decrecientes que va dejando en su gráfico, pero el caso es que sin la colaboración de estos dos monstruos del selectivo español, el IBEX 35 poco o nada puede hacer para hacer un cierre decente de año que nos haga olvidar los meses que lleva bajando.

Y es que en la primavera del 2017 el selectivo español lucía un 11.200 puntos a los que se les ha ido cayendo los puntos por centenas hasta llegar a ver los 8.600 puntos el pasado mes de octubre.

Realmente poco hay que sorprenderse puesto que tenemos a un gran abanico de entidades internacionales advirtiendo de la desaceleración de la economía global y por lo tanto reduciendo el crecimiento esperado para España al 2,1% este año próximo a finalizar y al 2,0% para el siguiente. Pero es que con Italia, que además del riesgo más que patente de desaceleación económica también cotiza el riesgo político, ya tiene su PIB esperado para el 2019 en tan solo el 0,4% y su bono de referencia parece no querer bajarse del pedestal del 3% cuando nos encontrarmos en el último mes de compras programadas por parte del BCE.

Y España no digamos que goza de la tranquilidad necesaria para que el capital extranjero regrese. Sí, ese que precisamente abandonó el país en la primavera de 2017 por la tensión con Cataluña, que está lejos de solucionarse y que ahora en enero comenzará el juicio a los dirigentes máximos de los partidos independentistas. Un mes en el que también se presentará en el Congreso de los Diputados el presupuesto de 2019 para su aprobación y que necesitará el gobierno de los votos de dichos partidos. Cosas veredes amigo Sancho.

Así que, sin que regrese el capital que en su momento salió por patas buscando tranquilidad tiene muchos visos de no volver todavía. Y con este escenario estamos condenados a deambular por el limbo entre los 8.600 y los 9.400 puntos en el mejor de los casos. Y si las cosas se tuercen en Wall Street aún habrá que ponerse de rodillas para rezar que no haya nuevos mínimos por debajo de los 8.600 puntos.

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