Crisis empresarial

La SEPI se niega a nacionalizar Duro Felguera y sólo le ofrece prolongar los plazos de su deuda

Duro Felguera, SEPI
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Giro inesperado de los acontecimientos en Duro Felguera. Cuando todo el mundo esperaba que la SEPI la nacionalizara capitalizando sus préstamos, el holding público ha rechazado esta opción, así como la propuesta de división de Duro Felguera que habían planteado sus accionistas mexicanos. Lo único que ofrece es alargar el vencimiento de la deuda (la conocida patada adelante), que puede elevar la misma de 120 a 200 millones. Todo esto, en medio de una gravísima crisis de liquidez que impedirá pagar las nóminas.

«La SEPI no acepta ninguna opción, ni la división de la empresa, ni capitalizar su préstamo participativo de 100 millones. Asegura legalmente que no puede hacerlo. Tampoco acepta el plan de reestructuración propuesto por la consultora FTI, que es el mismo que había propuesto la empresa», explican fuentes conocedoras de la situación.

Estos planes parten de la base de que la deuda es impagable en ningún plazo y, por tanto, o bien la SEPI la capitaliza como se esperaba, o bien asume una fuerte quita. Pero también se niega a renunciar a parte del dinero que prestó a Duro Felguera.

Entonces, ¿qué solución ofrece la SEPI? Pues el holding que depende de María Jesús Montero únicamente plantea prolongar los vencimientos de la deuda (esos citados 100 millones del préstamo participativo más otros 20 de un préstamo normal) hasta 2032. Ahora bien, las fuentes señalan que eso no soluciona el problema, sino que lo agrava: con un tipo de interés cercano al 10%, esos 120 millones se convertirían en más de 200 en ese plazo. Es decir, la deuda sería aún más inasumible.

Además, la opción de la SEPI incluye imponer una quita a los acreedores bancarios (que tienen sólo 15 millones de deuda) y a los proveedores mientras el holding mantiene íntegra su deuda, lo que, lógicamente, no es aceptado por ninguno de los dos colectivos.

Las fuentes citadas sostienen que la SEPI «no es que no pueda nacionalizar Duro Felguera, es que no quiere». ¿Por qué? «Porque crearía un precedente muy grave para el resto de empresas rescatadas, empezando por otras dos con sede en Asturias: Imasa e Isastur». Estas dos compañías recibieron 25 millones de dinero público cada una durante la pandemia. Entre ellas y Duro Felguera, están en juego 4.000 empleos directos y 8.000 indirectos.

Como ha venido informando OKDIARIO, la SEPI teme que, si nacionaliza la compañía, los jueces sienten en el banquillo a sus responsables o incluso a sus técnicos por saltarse las normas del Fondo de Ayuda a la Solvencia de Empresas Estratégicas con Duro Felguera; éstas establecían que los problemas de las empresas rescatadas debían tener su origen exclusivamente en la situación creada por la pandemia, cuando los de la compañía asturiana venían de mucho más atrás.

Cascabel al gato

Y hay un problema adicional: para poner en marcha la propuesta de la SEPI, alguien tiene que presentar un plan de reestructuración que la justifique… pero nadie quiere hacerlo. La propia SEPI afirma que no puede hacerlo porque no es accionista de Duro Felguera, la empresa se niega porque no es su plan, sino el de la SEPI, y los acreedores tampoco van a presentarlo porque les impone una quita, como se ha dicho.

Todo este embrollo llega en medio de la gravísima crisis de liquidez de la empresa de ingeniería. Según las fuentes, tendrá grandes dificultades para pagar la nómina de mayo y se quedará sin caja para pagar la de junio, que incluye además la paga extra. Si no se encuentra una solución rápidamente incurrirá en impago de los trabajadores y muy probablemente se vea obligada a presentar el concurso de acreedores cuando venza la prórroga de tres meses actual: el 11 de junio.

Ante esta situación, el Gobierno socialista del Principado de Asturias está tomando cartas en el asunto para evitar la quiebra de una de sus principales empresas, pero de momento no ha conseguido nada.

Lo peor de esta situación es que OKDIARIO adelantó que los principales accionistas de Duro Felguera, Prodi y Mota-Engil, presentaron a la SEPI un plan que la salvaría de la quiebra consistente en su división en dos empresas: una industrial que capitalizarían los mexicanos pese a perder su inversión en la nacionalización y otra de servicios que tendría que asumir íntegramente el Estado.

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