SUELDO

El retiro espiritual de Sánchez cuesta a los españoles más que un salario mínimo mensual

En sus cinco días de presidente 'ausente' Sánchez se embolsa 1.470 euros, un 6,65% más de lo que percibe por todo un mes de trabajo un asalariado con el SMI

Sánchez
Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El retiro que Pedro Sánchez está realizando para sopesar si dimite o no de su cargo de presidente tiene un coste para los españoles mayor que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) mensual que recibe un trabajador español. En concreto, el dirigente cobra al año más de 103.000 euros brutos, por lo que, en sus cinco días de ausencia, tendrá una retribución de 1.470 euros, un 6,65% más que el sueldo mínimo que estableció Yolanda Díaz para el año 2024.

En concreto, la ministra de Trabajo acordó con los sindicatos un SMI un 5% superior al de 2023; es decir, aumentó la retribución desde los 1.080 euros mensuales por 14 pagas hasta los 1.134 euros. Este incremento se aplicó con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.

De esta forma, el SMI en cómputo anual alcanza los 15.876 euros brutos, de lo que resulta una retribución mensual –incluidas las prorratas de las extras– de 1.323 euros. Sin embargo, el presidente percibe algo más de 103.000 euros brutos en cómputo anual, de lo que resulta un salario mensual de 8.583 euros.

Así, en estos cinco días de «reflexión» que se ha autoadjudicado Sánchez, recibe más dinero –a costa de los españoles– que el que percibe en todo un mes un asalariado con el SMI. Es decir, en cinco días apartado de su trabajo cotidiano de presidente del Gobierno, Sánchez cobra un 6,65% más de lo que percibe por trabajar durante todo un mes un contratado con el SMI, siempre incluyendo las prorratas de las extras.

Los españoles son los que tendrán que pagar los 1.470 euros a Sánchez durante su retiro. Es más, su Gobierno ha destacado por el aumento constante de impuestos y por ser el más confiscatorio de la historia.

En concreto, Hacienda ingresó 625.661 millones de euros en 2023, con un PIB de 1.461.889 millones de euros, un 9% más que en 2022. Además, si lo comparamos con los ingresos del 2018, año en el que Sánchez entró en el Ejecutivo, el Gobierno recaudó el año pasado un 32% más.

Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ya advirtió que Hacienda ha experimentado un aumento de los ingresos de 2,9 puntos desde el inicio de la pandemia hasta 2022, alcanzando el 38,3% del PIB.

Según Fedea, el aumento de la presión fiscal en España del 35,4% al 38,3% del PIB se sustenta en gran medida en la imposición sobre la renta (+1,9% del PIB), especialmente en los impuestos personales (+1,25% del PIB), principalmente debido a la falta de actualización de la tarifa y las deducciones personales en el IRPF.

Por su parte, el Instituto Juan de Mariana (IJM), desveló en el informe Impuestómetro 2024 que «el peso de los impuestos sobre el PIB ha subido del 32% al 38% desde 1995. De dicho aumento de seis puntos porcentuales, el 60% ha tenido lugar bajo gobierno de Pedro Sánchez».

El IJM también afirma que «dos de cada tres euros de aumento de la recaudación tributaria bajo mandato de Pedro Sánchez han recaído sobre las familias». «En total, el líder socialista ha elevado los ingresos tributarios por un monto equivalente a 3.890 euros por hogar. Casi la mitad de la subida se debió a la decisión de no indexar los impuestos a la inflación y, por tanto, no descontar el efecto en el sistema tributario de la mayor subida de precios en cuarenta años», explica el instituto.

PSOE Ferraz
Celebración del 23J en Ferraz (Foto: EP).

Retiro de Sánchez

Pedro Sánchez sorprendió a todos los españoles pasadas las 07:00 horas de la tarde del pasado miércoles con una carta en la que amagaba con la dimisión. «Es un plebiscito, o conmigo, o contra mí», declaraba a este periódico una persona que trabajó durante años codo a codo con él.

La carta la escribió él mismo de su puño y letra. Y antes de colgarla en sus redes sociales, en su cuenta personal, para que nadie le pudiera reprochar como a Isabel Díaz Ayuso el uso de las instituciones públicas, la leyeron tan sólo una o dos personas unos pocos minutos antes de su insólito anuncio.

Con su esposa Begoña Gómez, según fuentes cercanas a Pedro Sánchez, tomó la decisión de presentar la dimisión. Cuando le dijo a uno de sus colaboradores más cercanos que tiraba la toalla, éste le frenó y le pidió que se lo pensara hasta el lunes. El tiempo necesario para que el PSOE le pueda montar una campaña de apoyo por todo lo alto.

Aceptó, no sin antes tomar otra decisión sorprendente –más aún en campaña electoral en una Cataluña–, en la que se juega tanto: cancelar su agenda institucional y de partido durante cinco días. «El presidente está fuerte, pero también es humano y tiene un límite», explicaba a este periódico un colaborador de Sánchez pasada la medianoche. «Y ahora necesita unos días de descanso para pensar con frialdad», añadía.

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