El chicharro Urbas sigue en caída libre y acumula un retroceso del 9% en dos semanas
Las acciones de Urbas han vuelto a protagonizar una semana de caída libre y han perdido un 3% de su valor, hasta los 0,0164 euros por título del cierre de la sesión del viernes, retrocediendo más de un 23% desde octubre, tras una bajada del 15% en los últimos tres meses y de un 8,88% en las últimas dos semanas.
Los habituales del parqué denominan como “chicharro” a las empresas cotizadas con poca capitalización que suelen protagonizar sesiones por su volatilidad, alternado pronunciadas subidas con profundas bajadas en el mercado de renta variable. Por ello, los accionistas pueden ven que su inversión en Bolsa se desvanece en pocos días o incluso experimentan periodos «en rojo» largos y pronunciados, como ha pasado con los títulos de Urbas.
Hace sólo dos meses, la compañía se disparó en Bolsa un 16% en tan sólo tres sesiones tras anunciar la compra de Sainsol Energía. Pero el rally alcista no duró demasiado. Los títulos de Urbas se hundieron un 11,5% en la última sesión de la semana de ese anuncio, confirmando que es un valor extremadamente volátil y complejo.
También el pasado abril se conoció que la Fiscalía Anticorrupción pedía 8 años y tres meses de cárcel para el presidente de Urbas Grupo Financiero, Juan Antonio Acedo, y otros 8 años de cárcel para su antecesor en la presidencia, Juan Antonio Ibáñez, debido a supuestos delitos societarios y contra el mercado en la ampliación de capital de julio de 2015.
Todas estas informaciones, impulsan el carácter “chicharro” de este valor, impulsando su volatilidad.
El bajo precio de sus acciones, como es el caso de Urbas, hace que una subida, o una bajada, de céntimos pueda provocar que el 10% de todo el capital invertido en esta empresa desaparezca en un abrir y cerrar de ojos.
Además del riesgo en el precio de las acciones, los inversores también se pueden ver atrapados en estos valores, al tratarse de cotizadas con poca liquidez y sufrir periodos de tiempo en los que es muy difícil encontrar compradores y, en lugar de una inversión, esos títulos se convierten en anclas de gran peso.