Nissan despilfarra en Barcelona y se gastará un 20% más en cerrar la fábrica que en construir una nueva
Nissan ha anunciado que invertirá 1.165 millones para transformar su planta de Sunderland (Reino Unido) y construir una gigafactoría de baterías a tan sólo seis meses de cerrar la planta que el fabricante automovilístico tiene en Barcelona. Un cierre que le costará un 20% más que una de las mayores inversiones que ha realizado la compañía nipona para impulsar la producción del coche eléctrico y potenciar el camino hacia la neutralidad de carbono. No obstante, Nissan alegó que la falta de competitividad de planta catalana hacía imposible su viabilidad con poco más de 160 unidades ensambladas al día.
En concreto, el fabricante automovilístico japonés tendrá que asumir un coste de 1.450 millones de euros para cerrar la factoría de Barcelona, lo que se traduce en el 19,7% más en comparación con la inversión que ha realizado en Sunderland de 1.165 millones. Una cantidad de la que Nissan ya ha provisionado 63,5 millones de euros para cubrir los costes derivados del desmantelamiento, retiro y rehabilitación de los diferentes terrenos y construcciones de la Zona Franca ante la posible llegada de un nuevo inversor.
Así, el fabricante automovilístico japonés se ha desvinculado de la Unión Europea (UE) con el cierre de las plantas de Barcelona -el próximo 31 de diciembre-centrando su negocio del Viejo Continente en el Reino Unido con más de 46.000 puestos de trabajo directos e indirectos. La nueva iniciativa, llamada Nissan EV36Zero, potenciará el impulso de la compañía hacia la neutralidad en carbono y se centrará en tres iniciativas: producción de vehículos eléctricos, fabricación de baterías y electricidad renovable.
Según el fabricante automovilístico, el crecimiento de la demanda podría traer inversiones futuras de hasta 1.800 millones de libras, capacidad adicional de 25GWh y 4.500 empleos para 2030. Un señal de ‘brotes verdes’ dentro del sector de la automoción tras el impacto de la crisis de coronavirus.
Cierre de la Zona Franca
Mientras, en Barcelona, los trabajadores miran su futuro con dudas, ya que más de un año después del anuncio del cierre de la Zona Franca no se conoce cual será el inversor para reindustrializar los terrenos de Nissan y, así, evitar que más de 25.000 familias se queden en la calle. Un cierre que se enmarca dentro del plan de reestructuración que el fabricante nipón desarrollará durante los próximos años para volver a la competitividad y a través del cual estima ahorrar 2.530 millones de euros en costes, y a través del cual dejará atrás Europa para centrarse en China, Japón y Norteamérica.
La llegada del nuevo inversor aún está en el aire. La Comisión de Reindustrialización de Nissan ha priorizado cuatro empresas que se encuentran en una posición «más sólida» para continuar en el proceso de reindustrialización de las plantas que tiene la automovilística nipona en Catalunya: Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca, en Barcelona.
Lupa Energy es una de las opciones, tal y como avanzó este diario. El fabricante de vehículos eléctricos se postula con un proyecto de ensamblajes de coches de ‘cero emisiones’ pero sólo colocará a 170 empleados de los 3.200 que trabajaban en la Zona Franca -un 5% de la plantilla-, lo que provocará que parte de las instalaciones del constructor de automóviles japonés se quede sin utilizar. No obstante, el ‘hub’ de electromovilidad gana fuerza respecto a los constructores de coches, pero habrá que esperar al menos hasta septiembre para conocer el nombre definitivo.