Nadal quiere reactivar el sector de las renovables pero no aprueba los incentivos para los productores

Nadal
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal. (Foto: EFE)

Aunque el año fiscal empezó para las empresas el pasado 1 de enero, el Gobierno no ha publicado aún en el BOE la orden ministerial que fijará la retribución de las renovables en los próximos tres años, lo que coloca a las empresas en una difícil situación de inseguridad jurídica. Ahora bien, el Gobierno sí ha lanzado a consultas el real decreto y la orden ministerial por las que convocará una subasta de 3.000 MW renovables (se supone que en el primer trimestre), con la que pretende reactivar el sector y cumplir con los objetivos europeos a 2020.

Tal y como ha podido saber este diario de la patronal renovable, esta parálisis en las inversiones ha evitado que en España se estén incorporando máquinas de última generación más potentes y eficientes, que generan más electricidad y, por lo tanto, tienen más capacidad para bajar los precios del mercado eléctrico, algo muy necesario en momentos de crisis como el actual.

Los potenciales inversores se quejan de que existen demasiadas incertidumbres como consecuencia de la Reforma Energética, a la que se ha sumado ahora el retraso en la publicación de la norma. Según fuentes del sector, este retraso podría deberse al informe de la CNMC en el que se critica el modo en que el regulador ha fijado la senda de precios del mercado con la que se calculará la retribución del sector de los próximos años, muy por encima de lo que marca el mercado de futuros y, por lo tanto, con serios perjuicios para las empresas.

Como ya publicó OKDIARIO, en los últimos tres años, la senda de precios prevista por el regulador se ha desviado una media de 6,37 euros/MWh a la baja, fundamentalmente por tratarse de años de elevados vientos y lluvias. Como consecuencia, sólo la eólica ha dejado de ingresar 630 millones de euros que la propia regulación establece como necesarios para alcanzar la rentabilidad razonable.

Sin embargo, sólo se compensará al sector con el 36% de esa cantidad (con lo que pierde el 64% de lo que le corresponde), debido a que el sistema incluye unos límites diseñados de tal modo que resulta improbable que la compensación sea por el total. Es decir, que un error en el diseño le va a impedir al sector alcanzar la rentabilidad que supuestamente le garantiza la ley.

En su informe, la CNMC cuestiona que para los próximos años el regulador pretenda perpetuar este error, ya que en vez de usar los precios que marcan actualmente los futuros para 2020 (en torno a 41,62 euros/MWh), va a volver a utilizar la referencia de 52 euros que usó erróneamente en el periodo anterior.

De cara a la próxima subasta, los errores de diseño de la Reforma Energética suponen un motivo de incertidumbre y generan dudas importantes. Por ejemplo, se da la paradoja de que los proyectos que resulten adjudicatarios han de estar instalados a finales de 2019, fecha en la que acaba el periodo regulatorio de seis años en el que el Gobierno puede modificar la rentabilidad razonable de las instalaciones. Es decir, que los proyectos que vayan a la subasta desconocen la retribución que van a tener, lo que dificulta mucho su acceso a la financiación.

“No es fácil atraer inversión nueva si no se cuidan los proyectos que ya están en marcha”, señalan fuentes del sector, que ponen de manifiesto la urgencia que tiene el Gobierno de reactivar al sector para cumplir con los objetivos europeos a 2020, que son vinculantes. “Según la Planificación Energética en vigor, para cumplir sus compromisos internacionales España necesita instalar 8.500 MW renovables de 2015 a 2020, y de momento no se han instalado ni 100”.

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