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Economía
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Fondos árabes y estadounidenses rechazan comprar a BBVA Madrid Nuevo Norte

El banco buscaba dar salida a los terrenos y ahora afrontará la operación pensando en los litigios pendientes

  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Los grandes inversores internacionales han dado la espalda al plan de BBVA para vender los terrenos de Madrid Nuevo Norte. Según confirman fuentes financieras a OKDIARIO, el banco presidido por Carlos Torres ha mantenido conversaciones con fondos soberanos árabes como Taqa y con gigantes estadounidenses como Blackrock. Sin embargo, ninguno ha querido hacerse cargo de los más de 1,2 millones de metros cuadrados de suelo que BBVA heredó de la antigua operación Chamartín.

Aunque aseguran que el rechazo no se ha debido a eso, lo cierto es que todavía existe, además, un litigio sobre parte de estos terrenos, que reclaman los propietarios originales o sus herederos, convertidos desde hace años en reversionistas.

El principal motivo del rechazo es el precio: la entidad pedía más de 2.500 millones de euros por los terrenos, entre otras cosas porque así lo contabilizó en balance, pero los inversores consideran que es una cifra desproporcionada teniendo en cuenta que el desarrollo urbanístico todavía no está en marcha.

Prefieren que sea el propio banco quien asuma el coste inicial de desbloquear los proyectos, afrontar los procesos administrativos y garantizar la viabilidad urbanística antes de plantearse una entrada de capital. En este sentido, algunos de los socios de BBVA en Madrid Nuevo Norte podrían hacer frente a este tipo de operaciones.

BBVA y Madrid Nuevo Norte

El fracaso de las conversaciones con Taqa, Blackrock y otros fondos de inversión refleja el callejón sin salida en el que se encuentra BBVA con Madrid Nuevo Norte. El banco lleva años buscando un socio que alivie la carga financiera y comparta riesgos en un proyecto que nació en 1993 y que, tres décadas después, aún no ha arrancado.

BBVA incluyo el beneficio del activo del suelo en el balance, y el Banco Central Europeo lo validó, de manera que además pudo lanzar con mayor solvencia otra operación que se le ha complicado mucho: la OPA hostil sobre Banco Sabadell. En este sentido, y a pesar de haber dispuesto toda la artillería en el balance para «salir mejor en la ecuación del canje», la operación tampoco tiene un final claro, e incluso podría decaer tras las condiciones impuestas por el Gobierno.

Respecto a Madrid Nuevo Norte y su venta rápida, el problema es que la entidad se aferra a su pretensión de obtener más de 2.500 millones, cifra que los inversores internacionales consideran irreal sin que exista un plan de urbanización definido y con un alto grado de seguridad jurídica. No ayuda para eso el reciente revés judicial en el Tribunal Supremo, que avaló medidas que dificultan la venta del suelo a terceros.

A ello se suma el desgaste reputacional. Como publicó OKDIARIO, la operación Madrid Nuevo Norte se gestó con una red política que incluyó a exministros como José Luis Ábalos y Pardo de Vera, que facilitaron el camino de BBVA. Las denuncias internas sobre posibles prácticas irregulares en Adif, vinculadas a procedimientos que habrían beneficiado a la entidad, han contribuido a generar un clima de desconfianza en torno al proyecto.

La posición de BBVA, por tanto, se debilita en un momento en el que la banca española busca rentabilizar sus activos inmobiliarios tras el auge del crédito hipotecario de los últimos años.

Un «pelotazo» pendiente de la justicia

La apuesta de BBVA por Madrid Nuevo Norte se ha convertido en uno de los mayores intentos de «pelotazo urbanístico» de la historia reciente de España, y no sólo por parte de BBVA. Probablemente sea la operación más ambiciosa de toda Europa, y tras años de bloqueo, podría finalmente ponerse en marcha. El banco adquirió los terrenos sin pagar a los propietarios originales pese a que su sociedad admitía en la concesión la necesidad de cerrar un acuerdo con esos reversionistas. Ahora trata de obtener una plusvalía de miles de millones.

El Tribunal Supremo ha avalado las medidas cautelares que pidió el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que impiden que el banco pueda vender los terrenos de manera libre, y obliga a realizar una anotación que indica que «parte de esos terrenos tienen todavía» un juicio pendiente. Además, la denuncia sobre corrupción en Adif añade más incertidumbre, al poner bajo sospecha los procedimientos que permitieron al banco avanzar en la operación.

Todo ello dibuja un panorama complicado: el desarrollo urbanístico sigue bloqueado, los costes de urbanización son desorbitados y las administraciones implicadas no muestran prisa por acelerar los trámites. Ante este escenario, los potenciales compradores internacionales entienden que es mejor esperar a que exista un proyecto real y aprobado antes de comprometer capital.