La epidemia del fentanilo

La metanfetamina y el fentanilo son unas sustancias sintéticas que actualmente protagonizan de forma indiscutible el comercio mundial de estupefacientes. Las drogas sintéticas requieren menos espacio e infraestructura para ser elaboradas, tienen un menor coste y son más fáciles de fabricar y distribuir.
Una dosis de fentanilo cuesta solamente 2 dólares y es una droga 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina lo que está disparando las muertes por sobredosis en EEUU.
El pasado mes de enero, el hoy secretario de estado Marco Rubio, en su audiencia de nominación en el Congreso de los EEUU mencionaba que el narcoterrorismo, los dictadores y los déspotas estaban aprovechando las abiertas fronteras estadounidenses para llenar a las comunidades de fentanilo.
Una sustancia nacida por primera vez en 1963 como analgésico que alivia el sufrimiento extremo bajo control médico, en un laboratorio de Bélgica, que está causando la muerte por sobredosis diaria de más de 200 estadounidenses y que acumula más de medio millón de víctimas mortales.
Según la Comisión sobre el Combate al tráfico de Opioides Sintéticos, con 5 toneladas de fentanilo al año se cubriría toda la demanda de los consumidores de los EEUU. Pese a la declaración del presidente Nixon en 1971, de una guerra total a las drogas por el lado de la oferta, este país cuenta con una demanda por encima de los 20 millones de consumidores.
La epidemia estadounidense tiene su origen en los años 90 con la agresiva campaña de Purdue Pharma promovió el opioide OxyContin como no adictivo desencadenó una ola de dependencia. Cuando se restringen las recetas en 2010 los adictos cambiaron a la heroína y al fentanilo sintético.
Hasta el año 2017, China producía el 97% del fentanilo de alta calidad que se vendía en el mundo, el 70% después de esa fecha. Adquirirlo entonces no tenía dificultad, dado que la sustancia en sí no era ilegal y se utilizaba, por ejemplo, como sedante para los pacientes con cánceres avanzados.
Cualquier persona podía comprarlo por internet, pagarlo mediante una transacción electrónica y recibirlo por correo. China comenzó a regular estas sustancias entre 2017 y 2018 incluso antes de la regulación de la ONU.
En el año 2019, después de una intensa campaña de presión por parte de la Administración Trump, Pekín accedió a añadir todos los derivados del fentanilo a una lista negra de productos relacionados con el tráfico de drogas.
Esta prohibición siempre ha sido difícil de implementar, puesto que a menudo basta con modificar ligeramente la composición química para obtener un producto diferente, pero con propiedades muy semejantes.
Durante años las autoridades chinas ni siquiera se molestaron en atender las peticiones de Washington. La reciente negociación sobre la guerra de aranceles, revela que China ha estado utilizando el fentanilo como una baza importante en su negociación.
Tanto es así, que los negociadores chinos ofrecieron a sus homólogos americanos frenar el flujo de fentanilo y de sus precursores químicos hacia México y EEUU a cambio de obtener una rebaja en la presión arancelaria, proponiendo establecer una cooperación conjunta en esta materia.
En la actualidad, China sigue siendo el principal origen del fentanilo y sus precursores que llega a los EEUU. Solo recordar que en año 2022 la DEA, la agencia antidrogas de EEUU, incautó 400 millones de dosis de esta droga.
China dejó de colaborar en esta materia con los Estados Unidos cuando la tensión política se disparó tras la visita a Taiwán de la entonces portavoz de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi. China está utilizando la cuestión del fentanilo como una potente herramienta de presión geopolítica contra los EEUU. Según fuentes americanas «esta es una guerra proxy, y, sin que se dispare ninguna bala, se están perdiendo más vidas que en muchas guerras».
En junio del año 2023, el Departamento de Justicia de los EEUU presentó cargos contra cuatro empresas con sede en China y arrestó a dos ejecutivos por producir, distribuir y vender precursores químicos para la fabricación de fentanilo.
Según la Fiscalía, las empresas eran muy conscientes de que los componentes químicos que vendían estaban destinados a fines ilícitos y no solo habían tratado de camuflar sus productos para que pasasen la aduana sin problemas, sino que sus anuncios comerciales estaban dirigidos específicamente a fabricantes de esta droga en México y EEUU, ofreciendo asesoramiento sobre cómo transformar los precursores en fentanilo.
Tres meses antes, dos ejecutivos de la empresa china Amarvel Biotech habían viajado a Tailandia para reunirse con un supuesto cliente, que había pagado 5.000 dólares por adelantado en criptomonedas y se mostraba dispuesto a adquirir precursores químicos en grandes cantidades para inundar Nueva York con millones de dosis de fentanilo.
Una de las ejecutivas chinas se ofreció a ayudarle y le dijo que tenían clientes en América y México que sabían cómo producirlo. Para su desgracia, el cliente era en realidad un informante de la DEA, la agencia antidrogas de EEUU, como parte de una compleja operación en cinco países en la que también colaboraban otras fuerzas policiales.
Aquel día, sin embargo, el trato se cerró sin mayor dificultad, y, después de que el cliente enviase otros 40.000 dólares en criptomonedas, la empresa química envió 210 kilos de precursores a California, que acabarían siendo decomisados. Los ejecutivos chinos fueron posteriormente detenidos en las islas Fiji.
La imputación contra empresas chinas supuso un primer toque de atención a Pekín. EEUU llevaba meses quejándose de la falta de colaboración del Gobierno chino en un asunto que, para Washington, ha sido una prioridad absoluta.
En el año 2022, de los más de 110.000 estadounidenses que fallecieron de sobredosis, 83.000 lo hicieron a causa del fentanilo. Esta droga sintética es la principal causa de muerte entre los 18 y los 49 años en los EEUU es más barata y sencilla de producir, y mucho más fácil de transportar. Es una emergencia nacional.
Si la producción de opio requería decenas de miles de agricultores y una amplia extensión de terreno con acceso regular a agua, el fentanilo puede producirse con unos pocos cientos de cocineros que ni siquiera necesitan tener conocimientos avanzados de química.
Y el equivalente a una tonelada de heroína en fentanilo pesa apenas 20 kilos y se ha convertido en la gallina de los huevos de oro para los narcotraficantes principalmente de origen mexicano.
Desde el año 2014, los cárteles mexicanos de Jalisco y Sinaloa desempeñan un papel clave en la transformación y en la distribución del fentanilo en los Estados Unidos, iniciando una beneficiosa transición de sus negocios para promover el tráfico de esta droga frente a otras, disparando además sus ingresos.
Además, al ser tan barata, es frecuente que distribuidores y camellos corten otras drogas con fentanilo, o el propio fentanilo con sustancias como xylazine, un tranquilizante para animales, lo que contribuye a una buena porción de las sobredosis en EEUU produciendo además una crisis de salud pública de gran dimensión.
Para elaborar este narcótico, se necesitan ciertos productos químicos, moléculas, que en la jerga antidroga se denominan precursores procedentes en su mayoría de la industria química de China que según algunas fuentes podría llegar a facilitar su sistema financiero para el lavado del dinero de los cárteles.
La situación también tiene serias consecuencias para México. Dado que los precursores asiáticos llegan en barco, los cárteles están en guerra entre sí por el control de los principales puertos del Pacífico, como Manzanillo, donde la violencia se ha disparado. Aunque el Gobierno mexicano asegura lo contrario, parece que una cantidad de fentanilo importante se produce en México.
Si bien es imposible de cuantificar, parece ser significativa, se lee en un informe del centro especializado Insight Crime titulado Precursores y tráfico de drogas sintéticas en México. El documento señala que la producción de fentanilo en este país está todavía en sus primeras fases, y apunta hacia una evolución futura más bien preocupante.
Si esto llega a ocurrir, las posibilidades de incidir en el proceso desde el exterior, incluso si se llegase a convencer a Pekín de colaborar, se reducirían enormemente. Los cárteles podrían limitarse a diversificar sus proveedores, recurriendo a otros países con una industria química importante, como la de la India el tercer país de la ecuación.
Congresistas republicanos han presentado iniciativas legislativas para que el fentanilo sea considerado un arma química, con todas las implicaciones legales que acarrearía dicha designación, sin descartar el envío de tropas al vecino mexicano.
¿Puede llegar el fentanilo a Europa? Hasta ahora, las incautaciones de fentanilo han sido mínimas. Según un informe de Europol, hay preocupación sobre el “desarrollo de un mercado de fentanilo en la Unión Europea”. Los cárteles de Jalisco y Sinaloa decidieron que el fentanilo debía ir a Estados Unidos y la cocaína debía ir a Europa» salvo que esta escasee.
Existen precedentes históricos, las primeras apariciones de esta droga en el continente europeo ocurrieron justo después de que los talibanes prohibiesen el opio por primera vez en el año 2000, provocando el desabastecimiento de heroína. Si el narcotráfico siempre ha estado estrechamente relacionado con la geopolítica, en el caso del fentanilo podría tener un impacto sin precedentes.
Opium Semper bellum attulit
José Luis Moreno, economista ha sido director de Economía en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Analista económico y empresarial.
Temas:
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