Sector aéreo

Nuevo frente para Ryanair: los empleados denuncian las amenazas de la compañía para vender más a bordo

Nuevo frente para Ryanair: los empleados denuncian las amenazas de la compañía para vender más a bordo
Natalia Mateos
  • Natalia Mateos
  • Periodista y redactora de economía en OKDIARIO. Tras tres años escribiendo sobre turismo y sus empresas, ahora estoy descubriendo el mundo de la distribución y el retail. Antes en el Palacio de la Bolsa y Cadena Cope. De Zamora y del Zamora.

La aerolínea irlandesa de bajo coste, Ryanair, se ha visto nuevamente envuelta en una polémica tras la denuncia presentada por el Sindicato Independiente de Tripulante de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (Sitcpla), que acusa a la compañía de amenazar a sus trabajadores si no incrementan la venta de artículos no esenciales a bordo de sus aeronaves, pese a las restricciones que existen ante la pandemia de covid-19.

De este modo, los empleados de la aerolínea han acusado a Ryanair de «poner en peligro su salud con el único objetivo de incrementar las ventas de sus productos no esenciales», tales como bebidas alcohólicas, juegos de apuestas, perfumería y regalos. En los peores meses de la crisis sanitaria, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) prohibió la venta de productos no esenciales con el objetivo de limitar la relación y la distancia entre los miembros de la plantilla en un vuelo y los pasajeros.

A pesar de esta prohibición, los trabajadores de Ryanair defienden que «los superiores de los tripulantes de cabina se dedican a hacer llamadas de teléfono fuera de horario de trabajo, enviar cartas amenazando con el despido, publicar en redes sociales internas objetivos mínimos de ventas y lista de ganadores de incentivos, así como personarse en los aviones entre vuelo y vuelo para presionar aún más en relación a las ventas de productos no esenciales. Concretamente los productos de perfumería y regalos y las famosas ‘Rasca y Gana’».

Desde el sindicato SITCPLA llevan solicitado a la empresa desde el comienzo de la pandemia el pasado mes de marzo un informe de riesgos laborales que les permita desarrollar sus tareas a bordo de forma segura. Sin embargo, por el momento aún no han recibido respuesta por parte de la empresa, que no se ha pronunciado ni les ha facilitado dicho informe. Ante esta situación, el sindicato Sitcpla interpuso una denuncia ante la Inspección de Trabajo el pasado mes de mayo para que la empresa irlandesa cumpla con este requisito legal de forma inmediata.

«Nos parece lamentable que ni siquiera bajo estas circunstancias tan excepcionales opten por acatar con la legislación que garantiza que sus trabajadores y sus pasajeros estén seguros en todos y cada uno de sus vuelos», destacan fuentes del sindicato.

Desde Ryanair defienden que «Ryanair está comprometida al más alto nivel con la seguridad de nuestros pasajeros y tripulación en todo momento. Nuestro programa Vuelo Seguro con sólidas y exhaustivas medidas tienen en cuenta las directrices establecidas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC). Así mismo, nuestros procedimientos son auditados y han sido valorados como aptos por la EASA. Por tanto, Sitcpla está malinterpretando deliberadamente las directrices».

Otras polémicas

Hay que recordar que esta no es la única polémica con la que se ha relacionado a la aerolínea irlandesa durante los meses de la pandemia de coronavirus. Y es que además, la compañía también se enfrenta a un requerimiento de parte de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), que le reclama el dinero de diversos reembolsos de vuelos cancelados que actualmente tiene pendientes. Más de 400 agencias de viajes de toda España se unieron para reclamar un total de 250 millones de euros, un importe que para muchas de ellas supondría un importante ‘salvavidas’ en la recta final del año.

El pasado mes de agosto, USO reclamó a la aerolínea que cumpliera con las medidas establecidas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) para evitar los contagios por coronavirus tras confirmarse varios positivos entre la tripulación de cabina (TCP) en España. USO denunció que los trabajadores estaban siendo obligados a limpiar la basura de los pasajeros sin protección ni medios; así como que no se establecían tripulaciones fijas para minimizar el contagio cruzado; que no se cargaban mascarillas para los pasajeros; que se administraban mascarillas fabricadas en Asia sin certificación europea para los tripulantes.

Por otro lado, la Dirección General de Trabajo denegó el registro de dos nuevos Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) por fuerza mayor ordinaria a la aerolínea de bajo coste Ryanair, que afectaban a un total de 216 trabajadores. Tras una reclamación realizada por parte de los sindicatos USO y SITCPLA, la Dirección General de Trabajo analizó toda la documentación aportada y el informe de la Inspección de Trabajo y concluyó que no se constata la existencia de la fuerza mayor alegada para autorizar los ERTE.

Así, estas acusaciones se suman a la delicada relación que la compañía mantiene en España con sus trabajadores y al grave contexto de mercado que existe en el sector de las aerolíneas como consecuencia de la pandemia de coronavirus. La segunda oleada de covid, ha vuelto a desplomar la demanda de pasajeros, y las reservas de la campaña de Navidad se mantiene muy por debajo de las cifras registradas en años anteriores. Además, las restricciones adoptadas por numerosos países ante el aumento de los contagios, vuelven a situar al sector aéreo como uno de los más perjudicados por la crisis sanitaria.

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