Los duros imponen el discurso: el BCE sigue su ruta y eleva los tipos de interés medio punto hasta el 3%
No hay motivo alguno para la relajación. El Banco Central Europeo sigue determinado a continuar con su hoja de ruta y ha decidido en la reunión de hoy subir medio punto los tipos de interés hasta el 3%. La estrategia está muy influenciada por los consejeros más rigoristas de la institución, los llamados ‘halcones’, partidarios de continuar con el endurecimiento de la política monetaria hasta que la inflación, y sobre todo el índice subyacente -que no contempla los alimentos frescos ni la energía- dé muestras evidentes de repliegue y se encamine hacia el objetivo fundacional del banco emisor, que es situar la tasa de inflación general en el entorno del 2%.
La tasa de inflación interanual de la eurozona en enero fue del 8,5%, lo que implica un descenso de siete décimas frente al 9,2% de diciembre, según la información preliminar publicada por la oficina comunitaria de estadística Eurostat. Es la tercera vez consecutiva que se modera y ahora está en el nivel más bajo desde mayo de 2022, antes de que el Banco Central Europeo (BCE) comenzara a subir los tipos de interés. No obstante, el organismo estadístico ha advertido de que la lectura preliminar de enero no ha contado con los datos de Alemania, la principal economía de la región y la que mayor peso tiene, ya que la información correspondiente al presente mes no estuvo disponible a tiempo para su publicación «debido a problemas técnicos de procesamiento de datos en la Administración de Berlín».
La nueva hoja de ruta del BCE se inauguró el pasado mes de julio -cuando los tipos estaban en el 0%-, ante la escalada imparable de los precios. Desde entonces, ha encadenado subidas permanentes de medio punto -con la excepción ocurrida en septiembre de 2023, cuando se produjo un alza de 75 puntos básicos-. Recientemente, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, informó de que el rumbo que cabía esperar del banco central hasta al menos la mitad del presente ejercicio sería el de subir medio punto los tipos de interés en cada una de sus reuniones, salvo sorpresas positivas de última hora -que son bastante improbables para la mayoría de los analistas-.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, parece completamente alineada con este discurso. En sus últimas comparecencias lleva tiempo diciendo que la institución «irá tan lejos como sea necesario» para garantizar que la inflación se estabilice a medio plazo en el objetivo del 2%», y en su más reciente intervención durante el Foro Económico Mundial de Davos aseguró que «sigue siendo demasiado alta independientemente de la referencia analizada, subrayando que la misión del banco pasa por evitar el desanclaje de las expectativas inflacionistas». «Tenemos cifras muy elevadas se mire por donde se mire», aseguró.
Este jueves, 2 de febrero, el banco ha confirmado a través de un comunicado que en la reunión del próximo mes de marzo se producirá otra subida de medio punto, y que posteriormente las decisiones se adoptarán tras analizar la evolución de los datos. Adicionalmente, la entidad con sede en Francort también ha explicado que, tal y como estaba previsto, en marzo empezará a reducir su balance a razón de 15.000 millones por mes hasta julio. Esta es la cantidad en la que dejará de renovar los bonos públicos que acumula en su cartera una vez que se produzca su vencimiento. La aspiración final de la institución es recortar su cartera, que se eleva a 4 billones en deuda de los estados de la Unión Europa, en torno a un 30% a finales de 2023.
Es la primera vez en la historia reciente que el BCE aumenta más los tipos de interés que la Reserva Federal de Estados Unidos. En su reunión de ayer, la institución que preside Jerome Powell elevó o,25 puntos el precio del dinero, aunque en su comunicado anuncia que «serán apropiadas nuevas subidas» de tipos, matizando que evaluará la magnitud de las mismas e insistiendo en que no han desparecido las presiones en los precios. Los analistas interpretan el mensaje como que todavía quedan dos subidas más, en marzo y mayo, que serán de 0,25 puntos cada una. El mercado de trabajo estadounidense creó 223.000 empleos durante el pasado mes de diciembre y el paro bajó dos décimas hasta el 3,5%, según la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. Como se sabe, la FED además de su mandato de mantener en mínimos la inflación tiene el compromiso de vigilar el comportamiento del mercado laboral, algo a lo que no está obligado el BCE.
En el caso de Europa, el PIB acabó el año con un crecimiento del 3,5% y el paro se situó en 2022 en el 6,6%, casi la mitad que la cifra alcanzada en España, del 13,1%. En nuestro caso, en diciembre de 2022 se contabilizaron 3,08 millones de personas sin empleo, de las cuales 486.000 eran menores de 25 años. De esta forma, la tasa de paro de juvenil de España fue del 29,6%, la más alta entre los Veintisiete, por delante del 28,9% de Grecia y del 22,6% de Italia.
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