Economía

El Congreso convalidará este jueves el recorte a los beneficios extraordinarios de las eléctricas

Congreso eléctricas
Fotomontaje de Teresa Ribera y eléctricas

El Pleno del Congreso avalará este jueves el decreto ley que obliga a las compañías eléctricas a devolver parte de los beneficios extraordinarios que obtienen al repercutir en su generación un sobrecoste del gas que no utilizan, un importe estimado por el Gobierno en 2.600 millones de euros.

Para sacarlo adelante, el Gobierno cuenta con los grupos de la izquierda de la Cámara, que han venido reclamando desde antes actuar contra la sobrerretribución que reciben las centrales de generación, con menores costes operativos y que, sin embargo, venden su electricidad acorde a la escalada del precio del gas y los derechos de emisión. Así, a los 155 votos que suman PSOE y Podemos, el Gobierno sumará, por lo menos, los votos de Esquerra Republicana (13), y previsiblemente EH-Bildu (5), Más-País Equo (2), la CUP (2), Compromís (1), BNG (1) y Nueva Canarias (1).

Un total por encima de la mayoría absoluta, sobre los 180 votos, sin descartar todavía el apoyo de Junts, el PRC o Teruel Existe, frente al previsible rechazo del PP (88 diputados), Vox (52), Ciudadanos (9), UPN (2) y Foro Asturias (1). Desde el PNV (6), socio prioritario del Gobierno, prefieren no adelantar posición al respecto, mientras que el PDeCAT sólo ha adelantado que no votará a favor.

Asimismo, las formaciones del Gobierno y sus socios rechazarán la tramitación del decreto como proyecto de ley, por lo que no se introducirán enmiendas. El Ministerio de Transición Ecológica ha ofrecido a los grupos en su negociación plantear cambios en otros proyectos, ya que se trata de medidas temporales y ya hay tramitándose reformas en el sistema eléctrico en la Cámara.

El decreto, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 14 de septiembre, recoge una batería de medidas dirigidas a frenar la histórica escalada de los precios energéticos en los últimos meses, a partir del alto coste del gas y de los derechos de emisión de CO2. Unos apoyos que, por otra parte, el Gobierno espera consolidar en otras dos votaciones del Congreso del mismo jueves. Y es que, además del debate de convalidación del citado decreto ley, el Congreso celebra el debate de totalidad de otra de las reformas del Ejecutivo, otro recorte de beneficios extraordinarios de las eléctricas.

En este caso, el generado por los derechos de emisión de CO2 no emitidos, y cuyo coste no asumido repercute en sus precios centrales como las nucleares o las hidroeléctricas. Se trata de un proyecto de ley aún no en vigor que el Gobierno impulsó a principios de año y que llegó a la Cámara el pasado verano. Este jueves se enfrenta a su primeras votaciones, ya que el PP y Vox buscan tumbarlo con sendas enmiendas a la totalidad.

Los ‘populares’ proponen un texto alternativo para dar la vuelta a la reforma y ‘colar’, en caso de que prospere, su batería de medidas para abaratar la factura de la luz, como el traspaso a los Presupuestos los costes fijos de la factura, la suspensión definitiva del impuesto a la generación, la rebaja permanente del IVA y el aumento de los ingresos en el sistema eléctrico por la mayor recaudación de los derechos de CO2.

Por otro lado, Vox plantea al Congreso directamente la devolución del proyecto que contempla en recorte a los beneficios de las eléctricas, por lo que en caso de prosperar su enmienda la iniciativa finalizaría su tramitación. Esta formación lo considera una «confiscación» de beneficios por parte del Gobierno y esgrime que la medida empujaría a un «cese anticipado» de la actividad en el caso de las nucleares y «a la quiebra» a muchas de las centrales hidroeléctricas.

Reuniones con las eléctricas

Por otro lado, la vicepresidenta Teresa Ribera ha iniciado una ronda de contactos con las empresas eléctricas, la industria y los consumidores. Este miércoles, Ribera ha aclarado que en las reuniones ha pedido a las eléctricas «una implicación mucho más seria» para garantizar «precios estables y razonables» a la industria. El recorte de los denominados ‘beneficios caídos del cielo’ es una medida temporal, hasta marzo de 2022, que sólo tendrá en cuenta los beneficios por encima de los 20 euros/MWh -que es el precio medio del gas en los últimos años- y solo se detraerá el 90% de los ingresos extraordinarios.

En estos seis meses, el sistema calculará cuál es el importe que el resto de energías más baratas asumen de la energía más cara, es decir, del gas, y las compañías eléctricas lo tendrán que devolver a un fondo gestionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), organismo encargado de trasladar este recurso financiero adicional a la factura de la luz para reducir cargos.

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