Colau llama «salón de especuladores» a una feria inmobiliaria, pero pone un stand del Ayuntamiento

Esta semana se ha celebrado en Barcelona la feria inmobiliaria The District, la cual ha sido calificada como «salón de especuladores» por la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau. Aunque no sorprenden estas palabras teniendo en cuenta su política en materia de vivienda, llama la atención que Barcelona Catalonia, un organismo en el que participan la Generalitat y el Ayuntamiento de la ciudad condal, haya puesto un stand en el evento para captar inversión.

Además de esto, Colau ha apoyado descaradamente el boicot que ha sufrido esta feria inmobiliaria. El pasado miércoles, durante la inauguración, un grupo de activistas atacaron con pintura a varios asistentes, entre ellos Ismael Clemente, CEO de Merlin Properties. Los convocantes de la protesta, según ha explicado el Ayuntamiento de Barcelona, enviaron una carta a la alcaldesa, quien les respondió con otra misiva en la que afirmaba que «comparte la preocupación por que los fondos buitre se encuentren en Barcelona».

Varios asistentes y ponentes de la feria aseguran a OKDIARIO que estos hechos «han sido muy desagradables y han manchado la feria porque han sido consentidos», puesto que «Colau es la presidenta del consejo de la Fira, donde se ha celebrado el salón inmobiliario», afirma uno de los asistentes. Por otro lado, este critica «la doble moral del Ayuntamiento porque, por un lado, está Colau boicoteando la feria y, por otro, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, acude al salón y muestra su apoyo».

En concreto, Collboni defendió el papel de los fondos privados para impulsar el alquiler social de viviendas porque «el sector público no tiene suficientes recursos para toda la cubrir la oferta» y poder garantizar el acceso a la vivienda. En declaraciones a la prensa, el teniente de alcalde evitó valorar la postura de Barcelona en Comú, su socio de gobierno en Barcelona.

Política en vivienda

Uno de los ponentes considera que el asalto de decenas de antisistemas ha sido «un numerito preelectoral, puesto que el próximo mes de mayo son las elecciones municipales y necesitan avivar uno de sus temas estrella: la vivienda».

Colau encara la recta final de su segundo mandato con un parque de vivienda social formado por unos 4.500 pisos de alquiler, casi la mitad de la cifra que prometió en 2015, cuando aseguró que alcanzaría las 8.000 unidades. Esto ha sido muy criticado por organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el Sindicato de Inquilinos, ambos muy ligados a Barcelona en Comú y precursores del boicot a la feria inmobiliaria.

Asimismo, se reprocha a la alcaldesa que haya decidido comprar edificios muy caros para vivienda social en lugar de construir. Entre las adquisiciones más criticadas está la compra de un inmueble de sólo 23 pisos por más de ocho millones de euros ubicado en la calle Balmes. A esta operación se suman otras en las calles Doctor Letamendi, Mont-ral y en Torrent de les Flors.