Huída de inversores

El miedo a la recesión provoca una fuerte caída de las Bolsas hasta mínimos anuales

equipo gestor fondos
El desconocimiento de los inversores sobre los fondos de inversión preocupa a la patronal del sector.

El miedo a la recesión está máximos al conocerse los datos adelantados sobre la actividad económica de la zona del euro en septiembre. El pesimismo sobre el estado de la economía se trasladó a las Bolsas y el Ibex 35 cerró la semana con un caída del 5% que le llevó a registrar nuevos mínimos anuales en 7.583,5 puntos, nivel de noviembre de 2020, al ceder el 2,46% en la sesión.

El resto de bolsas europeas también cerraron con importantes caídas del 1,97% en Londres, del 2,28% en París, del 1,97% en Fráncfort y del 3,36% en Milán que las llevan mínimos. Las ventas se reprodujeron en el resto de mercados. El euro registró nuevos mínimos de dos décadas frente al dólar al caer hasta las 0,97 unidades de dólar. La libra, afectada también por la bajada de impuestos del Gobierno, se aproxima a la paridad con la divisa estadounidense al retroceder hasta los 1,09 dólares, mínimos desde cuatro décadas.

Las rentabilidades de los bonos del Estado se dispararon al vender los inversores sus posiciones en renta fija. El interés del bono español a 10 años se colocaba al cierre de la Bolsa española en el 3,17% con la prima de riesgo estable en 113 puntos básicos al subir con fuerza el rendimiento del bono alemán al mismo plazo. El ‘bund’, que sirve de referencia de solvencia en Europa y cuya diferencia con el resto determina el riesgo país, escalaba hasta el 2%. El petróleo se desplomaba el 5% en el mismo momento con el barril de tipo Brent, el de mayor relevancia internacional, en 85,9 dólares.

Niveles del coronavirus

Las cifras macro conocidas este viernes chocan con la política de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). Los índices que miden el desempeño de los sectores productivos ahondan en el terreno recesivo, mientras que banco central de la zona del euro pretende continuar con fuertes subidas de tipos y descarta una recesión para la región.

El PMI compuesto de la actividad total de la eurozona se sitúa en septiembre en 48,2 puntos, desde los 48,9 enteros de agosto, según el primer avance publicado por Standard & Poor’s (S&P), que es la agencia encargada de realizar el informe. Las 50 unidades marcan la diferencia entre expansión o contracción y son ya tres meses consecutivos por debajo de dicho nivel.

«El declive económico de la zona euro se agudiza en septiembre, mientras las presiones de los precios se intensifican», señalan los expertos de S&P en el informe relativo a los PMI. La cifra es la más baja de los últimos 20 meses y desde la agencia puntualizan que, descontando los valores registrados durante la pandemia, es la lectura más baja desde mayo de 2013.

La tasa de contracción se aceleró en septiembre, hasta alcanzar la más rápida desde enero de 2021. Si se dejan de lado los valores observados durante la pandemia, la última lectura fue la más baja desde mayo de 2013. El sector industrial encabezó la desaceleración, la producción manufacturera se redujo por cuarto mes consecutivo y la actividad del sector servicios también disminuyó por segundo mes consecutivo hasta niveles no vistos desde febrero de 2021.

Preocupa Alemania

La situación de Alemania, por ser el motor económico de la región, es la más preocupante ya que registra una reducción total de la actividad pues su PMI Compuesto, que incluye a todos los sectores, se desplomó a 45,9 unidades, su lectura más baja desde mayo de 2020 y, excluyendo la pandemia, su nivel más débil desde junio de 2009.

El BCE anunció a principios de mes la mayor subida de tipos de interés en sus 20 años de historia, de 0,75 puntos hasta el 1,25%, y aprovechó la reunión del Consejo de Gobierno para revisar sus previsiones de inflación y crecimiento. El organismo reiteró que no introduce a la recesión dentro del escenario central con el que trabaja y revisó al alza su estimación de crecimiento económico para este año al 3,1%, desde el 2,8% anterior.

Las nuevas estimaciones sí empeoran para 2023 y 2024, reconociendo indirectamente la estanflación, que no la recesión, al hablar de «estancamiento» y «desaceleración sustancial» elevando sus previsiones de inflación y reconociendo que no llegará al objetivo del 2% en 2024 al esperar que cierre en dicho año en el 2,3%.

El mandato principal del BCE es atajar la inflación, que cerró agosto en máximos históricos, en el 9,1%, por lo que las dos subidas en el precio del dinero que ha realizado este año no han surtido efecto y por ello continuaría con una política monetaria restrictiva.

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