Cada vez lo hace más gente y tiene sentido: así funciona el anticipo de la herencia en España
Está sujeto al pago del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
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Hoy en día, acceder a una vivienda se ha convertido en un verdadero reto, especialmente para los más jóvenes. Ante esta situación, muchas familias optan por adelantar parte de la herencia a sus hijos, ofreciéndoles apoyo financiero en vida para que puedan comprarse una casa o cubrir otros gastos importantes. Sin embargo, el anticipo de la herencia tiene implicaciones legales y fiscales que conviene tener en cuenta.
En España, el anticipo de herencia se considera una donación a efectos fiscales, lo que conlleva el pago del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía varía según la comunidad autónoma. Además, existe la colación hereditaria, un mecanismo que busca garantizar una distribución justa del patrimonio entre todos los herederos.
¿Qué es un anticipo de herencia y cómo funciona?
El anticipo de herencia es un proceso legal mediante el cual una persona decide transferir en vida parte de su patrimonio a sus herederos. A diferencia de la herencia tradicional, que se reparte tras el fallecimiento del titular de los bienes, este adelanto permite que los beneficiarios dispongan de los bienes de manera inmediata. Es importante destacar que, aunque pueda parecer similar a una donación en vida, existen diferencias clave entre ambos conceptos.
Uno de los aspectos más relevantes del anticipo de herencia es que se destina exclusivamente a los herederos forzosos, es decir, a los hijos o descendientes directos. En cambio, una donación puede beneficiar a cualquier persona, sin necesidad de que exista un vínculo familiar. Además, los bienes entregados como anticipo de herencia se contabilizan en la masa hereditaria final, lo que implica que su valor se resta de la parte que el heredero recibiría en el reparto definitivo.
Existen diversas razones por las cuales una persona puede optar por adelantar parte de su herencia. Algunas de las más comunes son:
- Muchas veces, los padres desean proporcionar estabilidad financiera a sus hijos antes de su fallecimiento, ya sea para la compra de una vivienda, el pago de estudios o la inversión en un negocio.
- Si un heredero atraviesa dificultades económicas y requiere ayuda inmediata, el anticipo de herencia puede ser una solución viable para evitar complicaciones mayores.
- La gestión de la herencia tras el fallecimiento del titular puede generar disputas familiares. Adelantar el reparto de bienes permite planificar con mayor claridad la distribución y evitar tensiones innecesarias.
Implicaciones fiscales y legales
Uno de los aspectos fundamentales a considerar antes de realizar un anticipo de herencia es su impacto fiscal. En España, este mecanismo está sujeto al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía varía según la comunidad autónoma. En algunas regiones, como Madrid, existen bonificaciones del 99% en la cuota tributaria para los descendientes directos. Sin embargo, en otras comunidades los impuestos pueden ser considerablemente más elevados.
Además, si el anticipo de herencia incluye bienes inmuebles, es posible que se deba abonar el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como Plusvalía Municipal. Este tributo varía según el municipio y se calcula en función del tiempo que el bien ha estado en posesión del donante y del aumento de su valor catastral.
Desde un punto de vista legal, es importante formalizar el anticipo de herencia mediante una escritura pública ante notario. En este documento se deben detallar los bienes entregados, las condiciones del adelanto y cualquier otra disposición relevante. También es recomendable contar con asesoramiento jurídico para garantizar que el procedimiento se realice de manera adecuada y sin vulnerar los derechos del resto de herederos.
Colación hereditaria
Uno de los mecanismos que regula el reparto equitativo de los bienes en caso de anticipo de herencia es la colación hereditaria. Según el artículo 1.035 del Código Civil, esta figura establece que los bienes entregados en vida a un heredero deben sumarse al total de la herencia para garantizar que todos los beneficiarios reciban su parte correspondiente.
Por ejemplo, si un padre entrega en vida a uno de sus hijos una propiedad valorada en 100.000 euros y, al fallecer, deja una herencia total de 300.000 euros, esa cantidad se sumará al total de la masa hereditaria antes de su reparto. De este modo, si el padre tenía dos hijos, el otro heredero recibirá 200.000 euros para equilibrar la distribución.
Sin embargo, la colación hereditaria puede evitarse si el donante deja claro que el bien entregado no se considerará parte del reparto futuro de la herencia. Para ello, es imprescindible formalizarlo en un documento notarial.
En definitiva, aunque el anticipo de herencia puede ser una buena opción en determinadas circunstancias, desde el punto de vista fiscal, en muchos casos es más ventajoso recibir una herencia tras el fallecimiento del donante. Algunas comunidades autónomas imponen impuestos más altos a las donaciones en vida que a las herencias. Por eso, antes de tomar una decisión, es esencial evaluar las implicaciones fiscales y considerar si lo más conveniente es esperar y redactar un testamento.