Las 'ventas a corto' de la entidad ascienden a 400 millones de euros

Bankia acumula más de la mitad de las posiciones cortas del sector financiero

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Sede de Bankia (Foto: GETTY).

Bankia acumula más de 430 millones de euros en posiciones cortas, lo que supone más de la mitad de los 800 millones que los bajistas representan sobre el total del sector financiero presente en el Ibex 35, según los datos facilitados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De hecho, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri es la que más presión bajista sufre tanto en términos absolutos (430 millones de euros) como en términos relativos, ya que representa el 4,53% del capital de la compañía.

La siguiente entidad financiera con mayor presión bajista es Banco Sabadell. En la compañía que preside Josep Oliu, las ventas a corto representan el 1,46% del capital, lo que representa unos 122 millones de euros.

En su comparecencia en el Congreso a mediados de junio, preguntado por la presión que las ventas a corto ejercen sobre la entidad, Goirigolzarri señaló que las posiciones cortas se pueden originar por razones estructurales –por estar en contra de la dirección– o porque se piensa que la evolución de la acción puede ser negativa: “En nuestro caso, se producen por la idea de que los tipos de interés van a subir mucho más tarde de lo que espera el mercado, lo que afectará a los beneficios de Bankia”.

En las llamadas ‘ventas a corto’, los bajistas adquieren prestados unos títulos -a cambio de una comisión- cuyo precio creen que va a caer, por lo que venden estas acciones con la esperanza de recomprarlas a un coste menor cuando se devalúen, obteniendo de esta forma una plusvalía.

El retraso en la subida de los tipos de interés es uno de los principales factores que lastran al sector financiero en general y a Bankia en particular. A mediados de junio, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se comprometió a no subirlos al menos hasta después del verano de 2019.

Una mala noticia para Bankiapues su calendario de privatización –que marca 2019 como fecha límite– está muy ligado a la evolución de un negocio que depende de los tipos que marca Fráncfort para mejorar sus márgenes.

La banca es uno de los sectores más perjudicados por la política de tipos bajos mantenida por el BCE puesto que penaliza su negocio tradicional al reducir sus márgenes. Es por eso que las entidades financieras no están pasando por su mejor momento a nivel bursátil.

No obstante, Goirigolzarri ha querido quitar hierro al asunto y, tras asegurar hace unas semanas que no es el mejor momento para privatizar Bankia, también dejó claro que no es necesario solicitar un aplazamiento para la desinversión del Estado en la entidad.

De hecho, hace unos días, la ministra de Economía, Nadia Calviño, y el propio Goirigolzarri, mantuvieron una reunión que desde el Ejecutivo venden como “protocolaria”, pero en la que se trataron temas de calado respecto a la entidad rescatada. La continuidad de Goirigolzarri al frente del banco y el ‘stand-by’ en el proceso de venta fueron los dos puntos claves.

Aunque a priori la continuidad de José Ignacio Gorigolzarri no estaba en duda, lo cierto es que sí es algo que se ha estudiado detenidamente desde el Ministerio de Economía. Sin embargo, la decisión definitiva ha sido que quien ahora dirige Bankia siga haciéndolo.

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