Las acciones más caras del mundo de la Bolsa

222.000 dólares. Es lo que hay que pagar para tener una sola acción de Berkshire Hathaway, el brazo inversor del magnate Warren Buffet. El motivo de ese elevado precio no es casual, toda vez que en el año 1983, el multimillonario norteamericano envió un comunicado a los accionistas de Berkshire explicando que todo aquel que quisiera formar parte de su empresa debería “centrarse en los resultados del negocio real, y no en los precios del mercado”. Es decir, que la intención de Buffet no era otra que la de evitar especuladores en su accionariado.

Los títulos de Berkshire Hathaway, por cierto, tienen dos tipos de acciones: las de clase A y las de clase B. Las primeras jamás han estado sometidas a un ‘split’ (a un desdoble de sus acciones), y cada una cambian de manos a un precio de 222.000 dólares, la acción más cara de todo el mundo. Además, según señala la propia página web de la compañía, aquel que ostente un título de clase A tiene la posibilidad de canjearlo por 1.500 acciones clase B.

Otros precios prohibitivos

Estados Unidos se proclama el gran ‘hater’ de los especuladores entre las grandes Bolsas del mundo. Alphabet (Google), Amazon, AutoZone, Intuitive Surgical o Priceline.com son algunas de las compañías no aptas para todos los bolsillos en Wall Street. Entre todas ellas destaca Priceline.com, un comparador de viajes online de apenas 20 años de vida cuyo precio de la acción ronda los 1.450 dólares, unos 1.280 euros al cambio. Sin embargo, la compañía apenas tiene un valor en Bolsa de 70.000 dólares, muy próximo a empresas como Banco Santander en España.

Los títulos de Amazon o Alphabet (Google) también son prohibitivos para determinados minoristas ya que rondan los 800 dólares, pero las empresas tienen un valor bursátil total de 360.000 dólares en el caso de Amazon y de 235.000 en el caso del buscador online –más de cuatro o cinco veces el valor de Priceline.com en Bolsa-, lo que refleja que el valor de la acción no tiene nada que ver con el valor real de la empresa. Es decir, que no porque una acción sea muy cara quiere decir que esa empresa en su conjunto tenga una capitalización estratosférica; ni tampoco, por supuesto, que un determinado título valga muy poco quiere decir que la empresa sea pequeña.

Europa, más asequible para minoristas

El panorama del Viejo Continente nada tiene que ver al norteamericano ya que no hay ninguna empresa cuyos títulos se acerquen a los precios de Wall Street. En España, por cierto, se ve perfectamente que no porque una empresa sea cara quiere decir que sus títulos han de serlo. Y es que para encontrar las acciones más caras no hay que mirar al Ibex 35, sino al Mercado Continuo, donde la constructora de trenes Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) tiene las acciones más caras de España al cambiar de manos a un precio que ronda los 350 euros y, sin embargo, su capitalización bursátil es de apenas 1.100 millones de euros. Otras compañías son la empresa vinícola navarra Barón de Ley (100 euros), la farmacéutica alemana Bayer (100 euros) o, ya incluida en el selectivo español, el gestor de infraestructuras Aena (130 euros).

En Reino Unido sí que se encuentran algunos precios de ‘tres ceros’ por acción. La minera de oro Rangold Resources tiene el precio de sus títulos cerca de los 10.000 euros al cambio; pero es que dentro del FTSE 100 londinense también encontramos a compañías como la farmacéutica Astrazeneca, el gigante tabacalero Imperial Brands, el mayorista de ropa y calzado Next, o la también farmacéutica Shire, cuyos títulos valen más de 5.000 euros cada uno.

En Alemania, compañías como el fabricante de neumáticos Continental, el fabricante de ropa deportiva Adidas, o el productor de automóviles Volkswagen, también superan con creces los 100 euros por acción; mientras que en Italia el fabricante de gafas Luxottica o el de automóviles Ferrari, son las acciones más caras de todo el selectivo italiano, y apenas superan los 40 dólares por acción.

China más asequible que Japón

En China, dentro de su principal índice (Hang Seng), la compañía que ofrece servicios de internet y servicios móviles Tencent Holdings, la constructora SHK, el gestor bursátil HKEX o el banco Hang Seng, son las compañías con el papel más caro y, sin embargo, apenas superan los 17 euros cada uno de ellos.

En el Nikkei japonés, por su parte, los títulos más caros son los del gigante textil Fast Retailing, con un valor de casi 300 euros. Por valor de acción, le siguen la compañía de ferrocarriles Central Japan Railway o el holding robótico Fanuc Corporation, cuyos títulos se compran y se venden a un precio de en torno a 150 euros cada uno.