El 59% de los agentes inmobiliarios piden una cobertura de aseguramiento por el coronavirus
La crisis del coronavirus ha golpeado de lleno al sector de la vivienda, una situación que afecta de lleno a las agencias inmobiliarias. Ante este escenario, el 59% de los profesionales piden al Gobierno de Pedro Sánchez que se cree una garantía pública o privada para cubrir los gastos básicos de mantenimiento del negocio tras el impacto de la pandemia en la economía española.
Así lo asegura la encuesta realizada entre agentes del Colegio Oficial y Asociación de Agencias y Agentes Inmobiliarios de Madrid (COAPI MADRID- AIM), ha analizado el efecto que ha supuesto en la economía de los agentes y agencias inmobiliarias la ralentización de la actividad durante el confinamiento para mitigar el impacto del coronavirus.
Cobertura de aseguramiento
Por su parte, los agentes de la propiedad inmobiliaria reclaman que se introduzca una cobertura de aseguramiento, ya sea ofrecida por el Estado o por el sector privado con el objetivo de cubrir el quebranto económico que les puedan producir nuevos rebrotes con la implantación de nuevas medidas de confinamiento o restricciones a movilidad.
Sin embargo, un 38% de los agentes entiende que este tipo de situaciones constituyen una eventualidad difícil de incluir dentro de un seguro, ya que, al tratarse de una situación tan novedosa, creen que todavía es pronto para que el Estado o una entidad privada se hagan cargo de esta cobertura a pesar de la incertidumbre que vive el tejido empresarial.
¿Sector público o sector privado?
La necesidad de una nueva cobertura de aseguramiento es tan reciente que los profesionales han propuesto diferentes soluciones a la hora de abordarla. En concreto, podría tratarse de una solución que ofreciera el sector público o bien podría surgir desde el ámbito del sector privado, con el objetivo en ambos casos de cubrir los gastos básicos de mantenimiento del negocio, como por ejemplo el alquiler, la luz o el agua.
Algunos profesionales sostienen que el importe de la cobertura debería consistir en una serie de mejoras fiscales o en las cuotas de la Seguridad Social, pero prolongando el plazo.
Por otra parte, entre los profesionales que apuestan porque exista en el futuro una cobertura privada, hay quienes sostienen que las compañías de seguros podrían estar interesadas en contemplar a futuro un seguro similar al que cubre la responsabilidad civil.
Consumo de cemento
El consumo de cemento creció un 5,2% durante el pasado mes de junio en comparación con el mismo mes del pasado año, coincidiendo con la progresiva salida del confinamiento y la entrada en la ‘nueva normalidad’, según informó la patronal Oficemen.
En concreto, el dato constituye el mejor del mes de junio de, al menos, los últimos cinco años y supone revertir las caídas que la demanda de este material de construcción viene registrando desde comienzos de año, las más acusadas durante los meses de abril y mayo, coincidiendo con el parón de las obras y lo más duro del confinamiento.
Oficemen achaca la subida de junio a que este año el mes ha contado con dos días hábiles más que el pasado, pero también a que se retomaron «muchas de las obras paralizadas durante el confinamiento, fundamentalmente promociones inmobiliarias» debido al impacto de la crisis del coronavirus en la economía española.
¿Recuperación del sector?
A pesar de ello, el presidente de la patronal, Víctor García Brosa, asegura que el dato mensual «no debe hacer pensar en una recuperación del sector». Por el momento, el avance del sexto mes no compensa los descensos de todos los anteriores, con lo que la industria cementera salda la primera mitad del ejercicio con una caída del 16%.
Concretamente, en junio se demandaron 1,33 millones de toneladas de cemento, lo que supone el referido aumento del 5,2%. Además, también repuntaron, un 4,7%, las exportaciones y cayeron las importaciones (64,1%).
En el conjunto de los seis primeros meses del año, la demanda de este material de construcción fue de 6,18 millones de toneladas, un 16,5% menos que un año antes. Las exportaciones también concluyen el semestre con una caída, del 14,1%, y las importaciones con un descenso del 26,6%.