El Real Madrid no está dispuesto a ceder a la presión de Vinicius Jr. para cobrar una prima de renovación por ampliar su contrato con el club blanco hasta 2030. La entidad que preside Florentino Pérez tiene claro que ni quiere ni puede sentar un precedente que pondría en riesgo la viabilidad económica del coste de la plantilla. “Si pagamos una prima a Vinicius por renovar, otros la pedirán después”, aseguran en la cúpula de Valdebebas.
En el Real Madrid ha estallado el caso Vinicius. La negativa del brasileño a firmar una renovación que estaba acordada con el club desde el mes de abril ha provocado, en primer lugar, el lógico malestar en la cúpula de la casa blanca porque el jugador y su agencia de representación han faltado al pacto de caballeros en el que quedó cerrada la ampliación de contrato del crack brasileño hasta 2030.
Ahora desde el entorno del jugador se desliza que Vinicius está dispuesto a aguantar sin firmar la ampliación acordada con el club blanco al menos hasta su último año de contrato. El objetivo, convertirse en agente libre en junio de 2027 y poder presionar al Real Madrid para que le pague la prima de renovación que exige ante el riesgo de evitar que pueda marcharse con la carta de libertad a cualquier club del mundo a final de la temporada 2026/27.
Hay caso Vinicius
En la cúpula del Real Madrid el malestar y la decepción con Vinicius y sus agentes es total. Nadie entiende esa marcha atrás que ha dado el futbolista para no firmar una ampliación de contrato que le mejoraba (otra vez) su salario y le mantenía en lo más alto del podio de los jugadores mejor pagados de la plantilla madridista. Pero Vini insiste en cobrar una prima de renovación que el club ni puede ni quiere pagarle.
Florentino Pérez, que siempre ha sido el gran valedor del brasileño y el que le ha sostenido dentro del club en sus peores momentos, no está dispuesto a poner en riesgo la estabilidad económica del Real Madrid «ni por Vinicius ni por nadie». Por eso el club blanco no puede ceder al chantaje del jugador brasileño y pagarle una prima sencillamente por ampliar su contrato con el Madrid.
Ahora la pelota está en el tejado de Vinicius. El brasileño y sus representantes deberán decidir si retoman las conversaciones con el Real Madrid para poner fecha a la firma de una renovación acordada, si rompen el pacto de caballeros o si insisten en dar largas para consumir tiempo y acercarse a ese deadline de junio de 2027 que el club blanco no va a permitir que se produzca.
Vinicius, que se mantiene en silencio mientras disfruta de sus vacaciones por Estados Unidos y otros destinos, nunca ha dejado de tener sobre la mesa el ofertón del siglo para marcharse a Arabia Saudí, una aventura que le convertiría en el deportista mejor pagado del mundo pero que le alejaría del fútbol de élite, algo que el brasileño no puede permitirse y más en año de Mundial.
¿Otras ofertas? Si el Real Madrid lo pone en el mercado, llegarán seguro pero no será fácil encontrar un club europeo que pague lo que el club blanco pediría por su traspaso más el sueldo que exigiría Vinicius para abandonar la casa blanca.
