El Clásico que se celebró en Nueva Jersey estuvo muy cerca de no poderse terminar por culpa de una tormenta eléctrica. A los 12 minutos, el choque que enfrentó a Real Madrid y Barcelona se detuvo durante más de una hora, aunque cuando la lluvia aflojó y el peligro se alejó, ambos equipos volvieron a saltar al césped para disputar el encuentro.
El MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey), situado unos 13 kilómetros al noroeste de Times Square, fue el escenario de dicho encuentro. El encuentro quedó suspendido tras la caída de un rayo en la zona del estadio. El protocolo, que es muy claro en Estados Unidos acerca de las tormentas eléctricas, explica que si este sucede se debe detener el juego al menos durante 30 minutos antes de ver si el tiempo permite reanudar más adelante el encuentro. Si cae otro rayo, el reloj vuelve a cero y comienza una nueva cuenta de 30 minutos.
Con los jugadores ya retirados al vestuario tras la suspensión, la tormenta arreció pasadas las 19.30 hora estadounidense y empezó a caer agua de forma muy intensa, tanto que algunas partes de las gradas ya vacías del estadio quedaron encharcadas.
El Barcelona ya sufrió un inconveniente similar el pasado martes en su amistoso contra el Manchester City, que empezó más de una hora tarde en Orlando (Florida) debido también a una tormenta eléctrica en la zona.
