El Real Madrid sufrió un duro varapalo en Valdebebas contra el Barcelona. El conjunto blanco cayó goleado una vez más por unas culés que siguen estando muy por encima de las de Alberto Toril. Fueron cuatro, pero pudieron ser más y, además, se vio muy poco del potencial ofensivo de las blancas, que se quedaron a cero por primera vez en la temporada. Un golpe que baja de la nube a las madridistas.
El partido del Barça fue casi perfecto y, ante eso, las madridistas no pudieron hacer nada. Se adelantaron nada más comenzar y a partir de ahí, todo salió de cara. Consiguieron anular a un Real Madrid que llegaba a la cita crecido, puesto que el evidente salto de calidad hacía pensar que podían competir de tú a tú con un equipo al que, en condiciones normales, es prácticamente imposible rascarle algo.
La goleada rebajó de nuevo –como todos los años– las expectativas de un Real Madrid que, a pesar de ello, sí que puede aspirar a cotas más grandes en Champions, aunque en España ha quedado demostrado que, por el momento, tiene un rival que va a mantener su hegemonía. El Barça se ha quitado ya de en medio al único que podía competirle por la Liga y lo ha hecho de una forma contundente: con un 0-4 en su propio campo.
Patri Guijarro, por dos ocasiones, fue la encargada de acercar la victoria a las azulgranas y al término del partido reconocía que cada vez les cuesta más superar a las madridistas, aunque lo terminen goleando. La mediocentro afirmó que es el mejor Real Madrid al que se ha enfrentado en estos años. Aun así, las blancas siguen sin ser rival para un Barça que continúa varios escalones por encima del resto.
«De puertas para afuera había cierto runrún de si podían ganarnos», comentaba Irene Paredes, dejando claro que el resultado había sido «justo», a tenor de lo visto sobre el césped. Y es que el Barcelona consiguió hacer pequeño a un Real Madrid que llegaba en un gran momento de sensaciones y de juego. Con el primer gol, dio sensación de derrumbe anímico de las blancas, algo que se agravó aún más con el segundo, pasados los 20 minutos de partido.
A partir de ahí, el Barça hizo lo que quiso, marcando el tercero antes del descanso, pero pudiendo irse con una ventaja mayor a los vestuarios. Las madridistas sólo reaccionaron en la segunda mitad, durante unos minutos, cuando ya todo estaba perdido. Entonces sí que inquietaron, aunque sin marcar, a un equipo que fue muy superior.
El Madrid vuelve a su realidad
La derrota deja claro que el Barcelona sigue sin tener rival en el fútbol español. Es verdad que el crecimiento de las madridistas, con fichajes de nivel y jugadoras de clase mundial en cada parcela del campo, hace que cada vez estén más cerca, tanto como que a día de hoy siguen sin estar en condiciones de plantarles cara de tú a tú. Tras este duro varapalo, el conjunto blanco vuelve a su realidad, que pasa por ser segundas en Liga.
Sin embargo, como reconoció Guijarro, el paso adelante del Madrid es evidente. No competirán con las culés –salvo hecatombe– por el título liguero, pero sí que podrán soñar con mejorar los resultados en el resto de competiciones, por qué no, soñando con títulos. En Champions, las blancas están a un paso de los cuartos de final y parece que ya están en condiciones de pelearse con los grandes de Europa.
