Una caída provoca que Elissonde sea el nuevo líder de la Vuelta

Taaramae se cae del liderato y Philipsen vuelve a triunfar al sprint

Jasper Philipsen (Alpecin-Fenix) se proclamó vencedor de la quinta etapa de la Vuelta a España, con final en Albacete. El sprinter belga fue el más fuerte en un sprint desorganizado, en parte por la caída producida a diez kilómetros y en la que se vio implicado Rein Taaramae. El estonio cedió el liderato al no poder recuperar el tiempo perdido y Kenny Elissonde es el nuevo líder de la clasificación general, a la espera de etapas con mayor dificultad montañosa

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Taaramae
Taaramae, antes de comenzar la etapa. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
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No hay día tranquilo en la Vuelta a España. En una primera semana con mayores similitudes a la del Tour de Francia, con varias etapas llanas y sin teóricas dificultades, la tensión por colocarse bien en el pelotón provocó una importante caída que tuvo como gran damnificado en lo competitivo a Rein Taaramae. El hasta el miércoles líder de la clasificación general cedió el maillot rojo después de engancharse en la montonera y no poder recuperar el terreno perdido a tiempo, en unos últimos 10 kilómetros de lo más frustrante para el estonio. Jasper Philipsen sumó su segundo triunfo parcial al sprint y Kenny Elissonde también triunfó de forma involuntaria, accediendo al primer puesto de la general.

En una nueva etapa preparada para el sprint, y van tres en cinco etapas, la fuga volvió a ser minoritaria y con destacada representación. Pelayo Sánchez, Oier Lazkano y Xabier Azparren representaban a los tres invitados de la ronda, Burgos, Caja Rural y Euskaltel Euskadi, y los tres hicieron marcha sin demasiadas esperanzas de triunfo pero sí con un escaparate importante para lucir sus maillots en una grande.

Los tres españoles pasaron muchos kilómetros fugados, con el pelotón controlado por el equipo del líder, Intermarché Wanty Gobert, y los de los principales sprinters del pelotón, sabedores de que la oportunidad era idílica siempre y cuando el viento no se cruzara en su camino. Las interminables rectas albaceteñas, sobre todo en la altura de Las Rozas, no encontraron la respuesta de las ráfagas suficientes de costado para provocar abanicos, pero sí con una caída que iba a causar estragos en el pelotón.

Ya neutralizado Lazkano, joven y prometedor corredor vasco que aguantó más que nadie en la fuga, el pelotón aceleraba cuando en torno a la posición 30, un afilador provocó una caída mayoritaria en la que quedaron malparados o enganchados dos tercios de los corredores. Los peor parados, Mikel Nieve y Romain Bardet, este último perdiendo todas las opciones de luchar por la general. También cedió Rein Taaramae, el líder, que perdería el maillot rojo al encontrarse sin apoyo y muy rezagado.

Los Movistar, con mala suerte pues rodaban delante en el grupo, quedaron rezagados, pero su rápida reacción y la deportividad de Jumbo e Ineos, que contaban con Roglic y Bernal en el grupo principal, permitió su reseteo entre los favoritos. También Landa, aunque cayó y se golpeó la mano, pudo volver sin demasiados problemas al grupo principal.

Así las cosas y pasado el percance, el pelotón volvió a posicionarse a altísima velocidad por las calles de Albacete, en busca de una línea de meta en la que los sprinters adquirirían protagonismo. Dentro de la tensión y la descolocación provocada por ello, Jasper Philipsen se impuso con suficiencia y suma su segundo parcial en un día que apuntaba a tranquilo y acabó ‘tirando’ a Taaramae de lo más alto de la general.

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