Sainz y Alonso afilan los cuchillos antes de la tormenta

Fernando Alonso sopla las velas de la tarta que Alpine le regala por sus 41 cumpleaños. Luego da un pequeño discurso, recuerda todas las veces que su aniversario le ha pillado en el Gran Premio de Hungría y se abraza con los trabajadores de la escudería francesa. Después se pone el casco, recupera la seriedad y firma el sexto mejor tiempo del día. ¿Y si el gran regalo que le reserva el destino fuera una victoria el próximo domingo? Demasiado soñar, pero…

Pero el sábado hay pronóstico de lluvia en el circuito de Hungaroring. La última vez que el agua marcó una sesión de clasificación, Alonso capturó la segunda posición. Su baza es la más romántica para la afición española, deseosa de ver al ovetense volver a cantar victoria, pero en la manga se reserva una mucho más realista llamada Carlos Sainz.

Y es que Ferrari volvió a dar muestras de que, problemas de fiabilidad aparte, ahora mismo es la escudería a batir en la Fórmula 1. Sainz marcó el mejor tiempo en la tanda matinal y su compañero Charles Leclerc cogió el testigo en la vespertina. Entre medio de ambos se coló el sorprendente McLaren de Lando Norris, mientras que Max Verstappen se tuvo que conformar con la cuarta posición.

FP2 CLASSIFICATION

Leclerc finishes top with Norris, Sainz, and Verstappen not far behind #HungarianGP #F1 pic.twitter.com/pSYjTk5nJ1

— Formula 1 (@F1) July 29, 2022

El holandés, líder destacado del Mundial, ha empezado a la contra en esta duodécima cita del calendario y el noveno puesto de Sergio Pérez reafirma que el rendimiento de Red Bull no es óptimo. Por el momento, que el fin de semana es muy largo. A la espera de saber si la tormenta rompe en la clasificación, los pilotos españoles se van a descansar contentos y seguros de que otra buena oportunidad empieza a clarear en el horizonte. Sainz sueña con la segunda victoria y Alonso con un buen regalo de cumpleaños. Y si es de los gordos, mejor.