El multimillonario ha conseguido solucionar sus problemas

El renacer de Roman Abramovich tras años de capa caída

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Roman Abramovich, en el palco del Chelsea. (afp)

Nadie diría que Roman Abramovich, multimillonario dueño del Chelsea, ha pasado por sus peores años disfrutando de una fortuna valorada en más de 10.000 millones y con inmuebles de valor incalculable en Nueva York, Londres, Moscú o Jerusalén. La vida, sin embargo, le dejó contra la espada y la pared no hace demasiado tiempo cuando Gran Bretaña le comunicó que no le renovaba su visado por mucho dinero que pagase. 

El oligarca vio cómo en 2018 su vida se estaba desplomando. Se acaba de divorciar de su tercera esposa Daria Zhukova alcanzando un acuerdo de 200 millones de libras y teniendo que mantener la pensión a siete hijos. Puede parecer una nimiedad sabiendo la fortuna de Abramovich, pero en ese momento más de la mitad de su patrimonio andaba congelado por su tibieza a la hora de defender al gobierno ruso en el caso de un espía muerto en suelo británico. El Gobierno de las islas había declarado la guerra a los multimillonarios rusos de dudosa reputación y casi se lo llevan por delante.

El dueño del Chelsea, que por aquel entonces se enfrentaba a una sanción sin fichar de la FIFA, no tenía liquidez y parecía abocado a vender pronto y mal. Desde Inglaterra se filtró que vendía el club londinense a aquel que pusiese 3.000 millones. No era un mal negocio para un club que compró por 100 kilos una década y media antes, pero no le parecía bien tener que vender.

Abramovich estudió sus posibilidades y vio que en Israel se le abría una vía para renacer. El empresario ruso se nacionalizó, abrazó la religión judía y una excepción en el pago de impuestos para reconstruir su imperio. En apenas dos años, ha renacido cual ave fénix. Reconstruyó sus relaciones políticas en Gran Bretaña, sus inversiones inmobiliarias han vuelto a dar dividendos y la Justicia le ha permitido recuperar el control de sus activos en Rusia.

El oligarca bordeó el abismo por la falta de liquidez y ahora vuelve a disfrutar de ella como demuestran sus últimos movimientos en el Chelsea. Sin que haya terminado la temporada y en un mercado en plena crisis por el coronavirus ya ha cerrado a Ziyech –40 millones– y Timo Werner –60 millones– demostrando que su equipo vuelve a la élite europea tras unos años de oscurantismo.

Cada día la prensa inglesa ha vuelto a atribuirle un nuevo interés a un Abramovich que ha vuelto por sus fueros. Entre los diversos nombres que le han colocado se encuentran jugadores como Coutinho, Jadon Sancho o Bernardeschi. El Chelsea vuelve al club de los grandes de Europa.

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