Champions League: Viktoria Plzen – Real Madrid

Solari completa el exorcismo

Solari completa el exorcismo
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Se fue el gafe y el Real Madrid se sacó el demonio de dentro. Solari completó el exorcismo. Lo hizo en la República Checa ante un equipo contra el que –con Lopetegui– los blancos acabaron pidiendo la hora hace unos días. Con Solari el Madrid logró una manita como si tal cosa. Un equipo que con Julen El Gafe estuvo ocho horas sin marcar con El Padre Karras Solari hizo cuatro tantos en 20 minutos. Hasta Benzema marcó un doblete. Con el partido resuelto salió Vinicius, que hizo sus cositas, casi todas buenas, entre ellas asistir a Kroos para el 0-5.

Retocaba Solari el equipo con algún descanso por agotamiento y algún aviso para navegantes (perdidos). Para empezar elegía portero. Era una elección simple: el más alto de los dos, el más joven de los dos, el mejor. Jugaba Courtois. También recetaba descanso a un Modric que empieza a parecer un ex jugador con un talento enorme y un fuelle chiquitito. Isco y Asensio, dos de los jugadores que han quedado señalados en la crisis del Real Madrid, también chupaban banquillo. Vaya, vaya con el entrenador interino.

Leí el mensaje bíblico de Keylor. «Bendito el hombre que confía en mí, blablabla…». Jeremías no sé cuántos. Vamos, que si lo recita Samuel L. Jackson haciendo de Jules en Pulp Fiction antes de liarse a balazos, te vas por la pata abajo. Leído así en Instagram es una chapa de no te menees.

Pero dejemos a Keylor con sus salmos y vayamos pues con los que sí jugaban. Courtois de portero. De defensas los cuatro que quedan sanos: Odriozola, Nacho, Ramos y Reguilón. En el medio, doble pivote para Casemiro y Kroos. Por delante, la línea de tres con Lucas y Bale en los costados y Ceballos liberado en la mediapunta. Arriba, porque no hay otro y jugar con diez es un atraso, Benzema.

Primero sufrimiento… luego pegada

Y mientras uno ponía estas letras empezó el partido. Impetuoso salió el Viktoria en busca de la ídem –perdón por el chiste fácil– ante un Real Madrid que movía la pelota tratando de cogerle el aire al partido. Un error de Casemiro, que también anda tontorrón, provocó la primera llegada de los checos al filo del 8, que tuvo su continuación en un disparo al larguero de su propia puerta de Nacho que se estrelló contra el larguero. La flor de Solari también florecía en la República Checa.

El susto de nunca acabar se repitió para el Real Madrid, esta vez por la banda de Reguilón, con un centro que no encontró destinatario en el minuto 10. El equipo blanco se descosía igual con Solari que en los malos tiempos de Lopetegui. El primer síntoma de vida algo inteligente en los blancos fue un horroroso cabezazo lejano de Bale que se marchó fuera. Y había pasado ya más de un cuarto de hora de partido.

Y entonces fue Karim. El jugador que tiene un idilio tórrido con la Champions se cascó una maravillosa jugada en la que dribló checos como Pedro Sánchez dribla verdades y marcó un golazo. Sutil, delicado, suave, suavecito que cantaba Luis Fonsi, después de tres recortes y un toquecito final. El Real Madrid, como tantas veces en la era Zidane, encontraba el gol antes que el futbol. Era el minuto 21 y Solari sacaba la flor de su solapa.

Que se puso todavía más grande cuando un minuto después el Real Madrid conseguía el 0-2 merced a un virulento cabezazo picado de Casemiro a la salida de un córner. Lo que son las cosas: ha sido irse Lopetegui y el Madrid recupera la pegada. Es que los hay cenizos.

Benzema dos y marca hasta Bale

El gol alivió los males del Real Madrid, que empezó gustarse ante un rival que se disolvió. Atacó ya sin complejos y así llegó el tercer tanto de los blancos, marcado otra vez por Benzema, después de una asistencia de Bale de cabeza. La defensa y el portero del Viktoria eran Sor Citroen y Sor Lucía Caram, la monja del Barça. Antes de terminar este párrafo hizo Bale el cuarto. Fue otra jugada rápida en la que la zaga del Plzen enseñó todos sus agujeros.

Y así nos fuimos al descanso, del que volvimos con el partido muerto y resuelto. Lo sabían el Viktoria y el Real Madrid, que firmaron un armisticio tácito. No atacaban mucho ni unos ni otros en el arranque de la reanudación y así se fueron pasando los minutos de la segunda mitad. Tan acabado estaba el partido que Solari quitó a Ramos antes de la hora y dio la alternativa al canterano Javi Sánchez, un jugador que tiene cuerpo de central y que no es tan frágil como Vallejo.

Un minuto después también Solari dio descanso a Benzema y metió al deseado Vinicius. Pues media hora, oiga, que ya es más de lo que jugó en toda la era Lopetegui. A la vez marcaba Cristiano ante el United y enseñaba esos abdominales en el que se puede lavar la ropa. En el campo del Viktoria pasaban poquitas cosas.

Toma Vinicius

Salvo cuando la cogía Vinicius. La cogió en el 66, apenas con dos minutos en el campo. Aceleró, encaró, vio a Kroos y asistió. El alemán se cascó una preciosa vaselina para hacer el 0-5. Fantástico el brasileño e impecable el alemán. En el 72 salió Isco por Kroos. Mensajito para Asensio, que se quedaba sin jugar ni un minuto.

Como en una minifalta de una tronista, no había mucha más tela que cortar, amén de dejar que pasara el tiempo como un jubilado en el banco de un parque. El tiempo pasó, no lo sufientemente rápido, y el Real Madrid selló la manita al Viktoria y demostró que a lo mejor sí, que a lo mejor era culpa de Julen.

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