Navarro salva a España de la eliminación olímpica

La selección española de baloncesto ha ganado su primera final de los Juegos Olímpicos. El año pasado en el EuroBasket, los de Scariolo salieron victoriosos de seis envites al filo de la navaja para sumar un campeonato increíble. Curiosamente esos son los partidos que le quedaban a España si es que llega a la final. Nigeria fue la primera piedra en un camino en el que los nuestros deben construir a partir de la defensa y de la confianza en el tiro.

Todo apuntaba que esta primera final no iba a contener emoción. Scariolo cambió de quinteto metiendo a un Felipe Reyes que incrementó el poderío defensivo de los nuestros y con Ricky Rubio con carta blanca para hacer lo que quisiera. El base de los Timberwolves respondió con un 2+1 en la primera canasta del choque. En un abrir y cerrar de ojos, España lideraba el duelo por 2-14. Nigeria parecía que iba a ser un juguete en manos de los nuestros.

Pero todo lo bien que apuntaba el quinteto titular se comenzó a torcer con los suplentes. España sangraba ante la anarquía del ataque africano, los triples de Oguchi (7 de 12) y un arbitraje cuanto menos permisivo en favor de los nigerianos. Scariolo movió y movió piezas sin encontrar solución. Antes del descanso, los nuestros encajaban un parcial de 3-14. Un apagón ofensivo preocupante porque si Pau no está, España pierde el atrevimiento.

Una charla en el vestuario sirvió para refrescar conceptos y comenzar la segunda parte devolviendo la ventaja a la decena de puntos. Ricky y Rudy rememoraron sus tiempos en el Juventut robando balones y corriendo sin cadenas. Sin embargo, Nigeria empezó a encestar entre lo imposible y lo surrealista propiciando un parcial de 15-0 para terminar el tercer periodo con España sin anotar casi cinco minutos. En medio de todo ello, Pau Gasol perdió los nervios con los árbitros y le pitaron técnica.

Estelar Navarro

Los nuestros, que si caían estaban matemáticamente eliminados, se plantaban en el último cuarto un punto abajo y con bastante miedo en el cuerpo. Fue entonces cuando Navarro silenció a todos aquellos que no entienden su convocatoria con la selección. Cogió su manija y con dos triples y una bomba respondió a las acometidas africanas. Por si fuera, poco hasta hizo funcionar a un Hernangómez que se convirtió en su mejor socio para restablecer la renta por encima de los cinco puntos.

El capitán ya había cumplido y tocaba rematar la faena. Felipe y Pau sacaron su experiencia a relucir cerrando rebotes y sacando faltas personales al rival para sentenciar desde la línea de tiros libres. Al final se sufrió, pero mucho menos de lo que prometía el partido al final del tercer cuarto. Son los lujos de poder sacar a Juan Carlos Navarro un ratito y que dinamite el partido. La próxima final para España es Lituania, con la que los nuestros han perdido dos partidos este verano. Hay buenas noticias, pero hay que ser cautos. Los chicos de Scariolo siguen en la Unidad de Cuidados Intensivos.