Mourinho y Wenger ni se miran y acaban empatando

Un Manchester United-Arsenal siempre es un partido intenso, morboso y con las emociones a flor de piel pero mucho más si en los banquillos se enfrentan también José Mourinho y Arsène Wenger, enemigos desde que el portugués llegó a la Premier League y cuyas ‘puyas’ en diversas entrevistas y ruedas de prensa son ya habituales.

El encuentro llegaba de nuevo con la mecha prendida ya que en la previa del partido, Mourinho había afirmado que «la prensa se lleva mejor con Wenger que conmigo. Mi última Premier fue hace 18 meses, no hace 18 años», refiriéndose de manera clara al último trofeo liguero que conquistó el técnico francés con el Arsenal.

Uno de los momentos más esperados antes del partido era el saludo entre los dos entrenadores que se produjo con el encuentro a punto de comenzar y que duró apenas un segundo. Fue Wenger, por ejercer de visitante, el que se acercó a un Mourinho que se encontraba impasible esperando el gesto de su homólogo. Se dieron la mano de manera fugaz y sin dirigirse ni la mirada, ni una sola palabra. El francés miró a su derecha, el portugués a la suya y en ningún momento se encontraron. Fue un saludo frío e incómodo que refleja a la perfección la relación que existe entre ellos a día de hoy.

Al finalizar el partido, se repitió la escena. Saludo rápido, sin mirarse y cada uno a lo suyo. El ex del Real Madrid, disgustado porque empató un encuentro que mereció ganar de sobra y Wenger, satisfecho por conseguir un punto en un choque que iba perdiendo y en el que su equipo no había disparado a la portería rival hasta el minuto 88, en el que Giroud igualó un tanteador que había desequilibrado Juan Mata en el 69 tras una conexión perfecta con Ander Herrera.

Poco premio pues para un United que fue dominador absoluto del balón y que por momentos jugó un fútbol de muchos quilates con Ander Herrera, Pogba, Mata y Rashford al frente. Mientras, el Arsenal se limitaba a intentar encontrar espacios a la contra con la calidad de Özil y la velocidad de Alexis Sánchez. Finalmente, casi en el último minuto, los londinenses se encontraron con ese tanto que les hacía sumar un punto in extremis.