Montse Tomé asegura que dejar a Jenni Hermoso fuera de la lista tras el Mundial «no fue un castigo»
Tomé aseguró en el juicio a Rubiales que la no convocatoria de Jenni tras el Mundial fue por "motivos deportivos"
El juez José Manuel Fernández-Prieto interrumpió el interrogatorio varias veces porque parecía que se estaba enjuiciando a la entrenadora
Alexia Putellas reconoce que pensó que el beso de Rubiales a Jenni fue «fortuito» y «un malentendido»
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La segunda semana del juicio a Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso tras la final del Mundial 2023 ha arrancado con la declaración de Montse Tomé. La seleccionadora de la campeona del mundo reconoció que no incluir a la atacante en la primera lista tras el Mundial «no fue un castigo», sino que se debió única y exclusivamente a «motivos deportivos». Además, aseguró que en la decisión también influyó «la presión mediática».
Tomé ha prestado declaración como testigo en el juicio de la Audiencia Nacional al expresidente de la Federación de Fútbol por delitos de agresión sexual y coacciones por el beso que dio a Jenni Hermoso tras el Mundial. La entrenadora, segunda de Vilda durante varios años, ha sido preguntada en reiteradas ocasiones sobre los motivos que la llevaron a excluir a la jugadora en la primera convocatoria tras el Mundial, cuando ella ya estaba al frente del conjunto femenino.
«No fue un castigo, ningún castigo», afirmó Montse Tomé a preguntas de la letrada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) –acusación popular–, quien comparte con la Fiscalía la tesis de que no convocar a Hermoso pudo ser una de las represalias que sufrió por no acceder a lo que le pidieron desde el entorno de Rubiales: que saliese públicamente y dijese que el beso que le dio en la celebración del Mundial fue consentido.
La seleccionadora explicó que su decisión de no convocar a Hermoso para varios partidos de la Liga de Naciones, clasificatorios de los Juegos Olímpicos de París 2024, fue «estrictamente» deportiva. Tomé consideró que «deportivamente» no estaba en las condiciones para enfrentarse a dichos encuentros. «Como seleccionadora, selecciono por motivos deportivos. Jenni no había entrenado lo suficiente con su equipo. Había tenido dos partidos de tres y siete minutos», señaló.
Sin embargo, la seleccionadora –que también alegó que no la convocó para protegerla– ha reconocido también que, además de lo «estrictamente deportivo», entonces la jugadora estaba viviendo una situación «muy desagradable». «La presión mediática que estábamos teniendo me hizo tomar la decisión y, como seleccionadora, creía que había otras jugadoras en mejores condiciones para defender la Selección», admitió, y negó que Rubiales o Vilda tuvieran intervención en su decisión.
Preguntada por el beso del ex presidente de la Federación de Fútbol a Jenni Hermoso, Montse Tomé dijo que no lo vio, y que no habló con la jugadora del tema hasta finales de mes. Cuestionada por la fiscal al respecto, ha afirmado: «Yo no sabía el alcance de la situación. No lo viví en primera persona ni estuve en ninguna conversación sobre este tema».
El juez se harta de las preguntas a Tomé
La entrenadora explicó que entró en la Selección de la mano de Jorge Vilda, que fue quien le pidió, sin ella saber por qué, acudir a la Asamblea del 25 de agosto, en la que Rubiales dio su versión sobre los hechos –contraria a Jenni Hermoso– y se negó a dimitir, aunque lo hizo días después. Tomé ha expresado que no quería ir y que se sintió incómoda, y que después participó en un comunicado crítico con Rubiales porque estaban «totalmente en contra de los hechos que sucedieron» y se posicionaron con Jenni Hermoso.
El juez José Manuel Fernández-Prieto interrumpió el interrogatorio en múltiples ocasiones, al considerar que, con las preguntas de las acusaciones, parecía que se estaba enjuiciando a la entrenadora, y que además excedían el objeto del juicio. En una ocasión, ha llegado a admitir que «las declaraciones son bastante insulsas».
«¿Le pegamos para que diga lo que usted quiere?», señaló el magistrado, que insistió en que las preguntas eran de la acusación eran «impertinentes» y estaban enjuiciando demasiado a la testigo: «Todas las preguntas son impertinentes en relación a lo que estamos enjuiciando».
La fase testifical del juicio ha acabado este lunes, cuando ha declarado también el conseller de Presidencia y Deportes del Consell de Ibiza, Salvador Losa, que ha indicado que no sabe si vio al ex jefe de marketing de la Federación Rubén Rivera –también acusado– hablar con Jenni Hermoso durante el viaje a la isla del que disfrutaron algunas jugadoras, donde la Fiscalía también encuadra las coacciones a la futbolista. La mujer de Rivera, la última en testificar, ha indicado que puede asegurar que no le vio acercarse a la jugadora, y solo le vio hablar con su amiga.