Modric vuelve a ser The Best

Cuando Modric está bien, al Real Madrid es imposible que le vaya mal. Una vez más esta teoría demostró ser real. El croata recuperó su mejor versión en la final del Mundial de Clubes y el Madrid ganó sin problemas. Echaban mucho de menos los blancos una actuación sublime del croata. Aquí la tiene y puede ser el inicio de su regreso al pleno nivel.

Su final fue espléndida. Volvió a mandar en el centro del campo y fue el Modric que todos tienen en su retina, ese jugador preciso, sobrado de calidad y con un liderazgo claro con el balón. Luka volvió a comandar al Real Madrid como la temporada pasada, seguramente la más brillante de su carrera. La sensación volvió a ser de superioridad, de dominio total.

La dependencia de Modric

Tras un mal inicio de curso, en el que se le notaba la fatiga acumulada por el largo y exigente Mundial que jugó, Modric parece estar de vuelta. O así lo avanza su gran final del Mundial de Clubes que se añade a los últimos encuentros. Fue el croata quien adelantó al Real Madrid ante el Al Ain en la final gracias a su gol más característico, el disparo desde la frontal del área, con la zurda y con rosca. Ya ha marcado 12 goles así.

Modric ha tenido un bajón en el primer tramo de la presente temporada que lo ha acusado el Madrid. Sin Luka en pleno nivel el conjunto blanco se ahoga más, tiene menos alternativas y le falta algo de cerebro. La diferencia cuando está el croata a pleno nivel es inmensa. Y esta final del Mundial de Clubes lo demostró.

Poco a poco va mejorando y aunque sus críticos hayan querido quedarse con los últimos meses, la realidad es que el año de Modric ha sido soberbio. Fue el mejor jugador del Mundial, también de la Champions, clave en el Real Madrid campeón de Europa… y cada vez que saca su mejor versión, los blancos no tienen rival. Es el cerebro, la brújula de un equipo que si de alguien tiene dependencia es de Luka.

El mejor cierre a un 2018 espectacular

Con este Mundial de Clubes, y su gran actuación, Luka Modric termina el mejor año natural de su carrera. 2018 ha sido perfecto para el croata, el año en el que el fútbol le dio todo lo que venía sumando en los últimos. Una Champions League, un subcampeonato de Mundial (exitazo para ser de un país como Croacia), el mencionado Mundial de Clubes y los dos principales trofeos a nivel individual, el ‘The Best’ y el Balón de Oro. Solo Modric fue capaz de romper la ‘dictadura’ de Cristiano Ronaldo y Messi.

«Ha sido un año perfecto, de ensueño. Queda escrito para siempre. Va a tener un sitio especial. No puedo pedir más», concluyó un Modric feliz, un estado de ánimo del que también depende mucho el Real Madrid.