Mundial de Clubes 2018: Real Madrid - Al Ain

Este Real Madrid es Mundial

Los goles de Modric, Marcos Llorente, Sergio Ramos y Vinicius dieron el triunfo al Real Madrid en la final del Mundial de Clubes 2018 ante el Al Ain. Los blancos fueron muy superiores y pudieron lograr una goleada de escándalo

real madrid
El Real Madrid, campeón del mundo por séptima vez.
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Por muchos méritos que quieran quitarle, este Madrid es Mundial. En Abu Dhabi conquistó su tercer Mundial de Clubes consecutivo después de golear (triturar más bien) al modesto Al Ain con goles de Modric, Marcos Llorente, Sergio Ramos y Vinicius. El Real Madrid vuelve a coserse a la camiseta el escudo de campeón del mundo y eso a muchos, que van de inventores del fútbol y de gurús del estilo y la filosofía, les pica. Pues a rascarse tocan.

Repetía equipo Solari. Ha encontrado su once de confianza y, como aquel anuncio de detergente, no lo cambia por nada. Isco fuera por enésima vez y ya casi no es ni noticia su suplencia. En el Real Madrid del 4-3-3 no hay lugar para mediapuntas y menos para perezosos. Jugaban los mismos de la semifinal, a saber: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Llorente, Kroos, Modric; Lucas, Bale y Benzema.

Con el cartel de favorito cosido al escudo arrancó el Real Madrid el partido ante el Al Ain local, la gran sorpresa de este Mundial de Clubes tras eliminar contra todo pronóstico al River Plate. Pronto obtuvo el equipo de Solari el premio a su mayor calidad. Fue en una jugada por banda en la que Marcos Llorente se disfrazó de Redondo en Old Trafford, remontó por el costado, se metió en el área y puso el pase de la muerte al primer palo. Allí encontró el remate de Lucas Vázquez que se estrelló contra el palo.

Respondió el Al Ain con una jugada trompicada y peligrosa que frustró Courtois después de un error de Varane. Fue un susto aislado porque el Real Madrid manejaba el partido con una superioridad aplastante como Lebron juntando contra Torrebruno. Replegaban los locales intentanto protegerse de los golpes madridistas.

El susto y esta vez sí que de muerte lo dio el Al Ain después de una doble cagada de Carajal y Marcelo en el minuto 12. El lateral diestro cruzó un balón estúpido de campo a campo y el brasileño dio una asistencia de cabeza a El Shahat, que se plantó solito en el área blanca. Dribló a Ramos y Courtois y se perfiló para marcar. Se entretuvo y su disparo centrado lo sacó bajo palos el propio Sergio Ramos.

Modric abre la lata

Como siempre se cumplió la ley del fútbol y el Real Madrid no perdonó en la vuelta. La pelota llegó a Benzema, que se la dejó en la frontal a un Modric que tuvo tiempo de elegir por dónde iba a meter el gol. Levantó la cabeza y la puso lejos del alcance del meta Eisa. Los blancos se ponían por delante en la final del Mundial de Clubes ante un rival desordenado pero efusivo.

Al Real Madrid empezaron a lloverle ocasiones como si fueran millones de la Lotería de Navidad: Lucas, Bale y Benzema desperdiciaron opciones muy claras de poner el 2-0 antes del minuto 20. No lo hicieron por falta de puntería. Pero la final tenía una sensación de que los blancos lo tenían todo bajo control.

El Al Ain trataba de descontrolar el partido involuntariamente. Sus desajustes defensivos y su manera heterodoxa de atacar creaban dificultades a un Real Madrid poco acostumbrado a equipos tan anárquicos. Mientras, en el área contraria, los blancos seguían acumulando ocasiones. la penúltima la malogró Benzema en el 34 al rematar con la espinilla el pase de la muerte de Lucas Vázquez desde el costado derecho. También Bale la tuvo en el 38, pero una mano imposible del meta Eisa frustró su envenenado remate de cabeza.

Mientras los delanteros del Real Madrid desperdiciaban ocasiones, Marcos Llorente completaba un excelente primer tiempo multiplicándose en todas las zonas del campo. Era como si hubiera cuatro o cinco clones de Marcos Llorente distribuidos por distintas zonas del campo. Con otro par de ocasiones marradas nos fuimos al descanso. No parecía que peligrara el resultado, pero los blancos no tenían el duelo cerrado. Todavía.

Arrancó sin cambios la segunda parte. Ni de jugadores ni de escenario. Seguía dominando el Real Madrid en busca de un 2-0 que aliviara posibles urgencias. Una maniobra individual de Modric provocó el remate de Lucas Vázquez que sacó un jugador local bajo palos. El rechace le cayó a Bale, que conectó una chilena imposible que lamió el larguero por fuera.

Perdona el Madrid… sentencia Llorente

También perdonó Benzema en el 50 después de otra maniobra por la izquierda de Bale, sin duda el jugador del torneo. Volvió a fallar otra en el 55, otra vez se topó con el portero Eisa, convertido en superhéroe local. No perdono, a la enésima del Real Madrid pero a la primera suya, Marcos Llorente. El mediocentro enganchó una volea a bote pronto a la salida de un córner y marcó el 2-0. Golazo y, posiblemente, colorín, colorado al Mundial de Clubes.

Siguió mandando el Real Madrid y desperdiciando ocasiones, la última en un mano a mano de Bale en el minuto 66. Poco tardaría Solari en hacer su primer cambio. Metió al campo a Ceballos y sacó a Kroos. Poco después Courtois reclamó su cuota de protagonismo en la final al sacar un pie maravilloso para abortar un mano a mano de Caio.

A falta de un cuarto de hora el final, el duelo parecía resuelto en favor de un Real Madrid que había perdonado una goleada escandalosa y que seguía perdonando, ocasión tras ocasión. Otra para Bale en el 76, que se durmió cuando estaba solito delante de Eisa. No perdonó Sergio Ramos en el 79 con un cabezazo virulento marca de la casa que cerraba definitivamente la final del Mundial de Clubes.

No había mucho más que contar. El Real Madrid siguió atacando hasta el final, aunque el Al Ain maquilló el resultado  gracias al japonés Shiotami con un cabezazo espectacular que se convirtió en una vaselina maravillosa que superó a Courtois. También Vinicius tuvo su minuto de gloria con una galopada que culminó en un tiro que tocó en un rival y se convirtió en el 4-1 definitivo.

Al final, los blancos se vuelven de Abu Dhabi con el tercer Mundial de Clubes consecutivo y con la sensación del trabajo bien hecho. A la vuelta de las Navidades tocará remar por la Liga y por la Champions, pero esa ya será otra historia.

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