Luca Zidane se gana el respeto de toda la afición del Racing de Santander tras su exhibición en el amistoso que enfrentó a los cántabros con el Athletic. El portero logró mantener su portería imbatida durante los 81 minutos que estuvo en el césped, hasta que unas molestias físicas le obligaron a ser sustituido en medio de una tremenda ovación.
Luca evitó hasta en dos ocasiones que Aduriz perforara su meta en la primer parte, aunque las mejores intervenciones llegaron tras el paso por los vestuarios. Primero salvando un mano a mano ante Larrazabal y más tarde repitiendo acción con Iñigo Vicente en una jugada prácticamente idéntica. Todo esto ante la atenta mirada de sus padres, Zidane y Véronique.