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Se retira a los 41 años de edad

Federer, el jugador que primó el estilo sobre los títulos

Roger Federer es ya una leyenda de la historia del deporte. Ya lo era antes de retirarse, pero ahora aún más que ha anunciado su adiós. El suizo representó la elegancia tanto dentro como fuera de la pista. Después de 103 títulos individuales, solo superado por Jimmy Connors, 20 Grand Slam y más de 1500 partidos, Federer dice adiós dejando un legado eterno en la historia del tenis. Fue, es y será el gran genio de la raqueta, por su estilo, por su forma de jugar, por su belleza como tenista. No será recordado como el tenista con mayor número de ‘grandes’, pero sí por llevarse el respeto y admiración de la gente.

Comenzó su carrera como un tenista díscolo, problemático y rebelde, aunque la gente no se acuerde ello. Rompía raquetas y no era el jugador favorito de los espectadores. Eran muchos los numeritos que montaba dentro de la pista ante adversarios y árbitros, pero es algo que él mismo fue cambiando con el paso de los años hasta convertirse en lo que todos conocemos, un auténtico señor tanto dentro como fuera de la pista. Ya no solo como tenista, sino como persona. Como tenista, fue durante mucho tiempo el mejor jugador de la historia. Después se topó con Nadal y, por si fuera poco, más tarde con Djokovic, dejando uno de los mejores Big Three de la historia del deporte.

Pese a esta histórica rivalidad de tres, el suizo siguió ganando, dejando partidos que ya entran en los libros de la historia del tenis. «He sido afortunado de jugar muchos partidos épicos que jamás olvidaré. Luchamos de manera justa, con pasión e intensidad y siempre traté de respetar la historia del juego. Nos empujamos para llevar el tenis a otro nivel», declara en su carta de despedida. Su forma de jugar no varió lo más mínimo ante la irrupción de estos otros dos campeones. Su exquisito revés a una mano, su elegante servicio, su espectacular derecha que hipnotizaba rivales y aficionados… El suizo solo entendió el tenis de una forma y lo llevó hasta su último partido: jugar al ataque. Considerado como el rey de la hierba, donde ganó nada más y nada menos que ocho títulos en Wimbledon.

Talento natural

La irrupción de Roger Federer  en el circuito supuso un punto de inflexión en la historia del tenis. Ya no solo a nivel de títulos, que también, donde se encargó de romper todos los récords que estaban vigentes. Pero el suizo no solo era victorias y números, sino que elevó su grandeza por la calidad innegable de su juego. Un talento natural, un superdotado al que todos querían imitar, pero pocos podían lograr.

«Elegante, técnico o bonito», así han definido durante este tiempo sus rivales el estilo de juego que el suizo representaba. Una forma de jugar envidiable en un tenis donde todo eran sacadores y fuerzas sobrenaturales. Sin un físico espectacular ni que destacara por encima del resto, supo solventar esa pequeña carencia con su estilo. Un estilo que hoy está de luto por la despedida de su pionero.

Reconocimiento del Big Three

No hay por qué elegir entre Nadal o Federer, Federer o Nadal, sobre quién es el mejor jugador de la historia, pero la realidad es que para serlo, se debe tener el reconocimiento de sus compañeros de profesión y personas autorizadas en este deporte. A lo largo de estas dos décadas, el propio Nadal se ha rendido en innumerables ocasiones sobre la figura del suizo. Fue en 2006, cuando se rindió a sus pies tras ganarle en la final de Roland Garros: “Es el rival más increíble con el que me he enfrentado en mi vida. Es el mejor jugador de la historia. Nunca desde que nací vi otro tan completo”.

También fue Toni Nadal quien quiso elevar su figura al máximo exponente, reconociendo en 2020 la superioridad del helvético sobre el resto de tenistas: “Sé que Federer es el mejor. No se puede comparar. Tal vez Rod Laver o Rafael no estén muy lejos, pero en este momento Federer es el mejor tenista de la historia”.

Djokovic tampoco se quedó atrás y  dijo que “posiblemente Federer es el tenista más grande de la historia. Tiene un talento natural como nunca se ha visto. Es muy eficaz. Incluso cuando en el sentido físico ya no puede competir con los jóvenes, lo compensa con su juego”.