Este Atlético todavía no está definido
Los de Simeone reproducen en Sevilla los problemas ante el Lille y se quedan a diez puntos del Barcelona
El equipo rojiblanco, huérfano de identidad tras once jornadas, se descompone ante el Betis
El Atlético le dice adiós a pelear la Liga en octubre
El Atlético en general y Diego Pablo Simeone en particular todavía no han encontrado su identidad esta temporada. La búsqueda la realizan mientras caminan a caballo entre once jornadas de Liga y tres de Champions disputadas. Saldadas únicamente con dos derrotas -ante Benfica y Betis- pero con infinidad de sensaciones encontradas por el juego.
Los rojiblancos arribaron en el Benito Villamarín heridos tras la debacle ante el Lille, aunque, precisamente aquella calamidad les presentó la oportunidad de resarcimiento. Visitaron a un equipo, el Betis, que también tenía heridas continentales que suturar tras el resbalón ante el Copenhague. Los segundos se curaron a costa de los primeros, a los que las piernas le fueron más rápido que la fluidez de ideas y se perdieron entre cambios de sistemas y de posiciones.
La metamorfosis se queda a medias
«No siento que haya un sistema definido, hay momentos del partido que se puede alternar y acomodarse a lo que el equipo pide y al rival. Ningún equipo ataca y defiende siempre de la misma manera, hay una idea principal, pero a partir de ahí hay un montón de variantes que el juego genera». Esa es la teoría, expuesta por Simeone. La parte práctica salió a relucir en el Benito Villamarín.
El reloj apenas había superado los diez minutos cuando el Cholo varió la idea principal. Retrasó la posición de Lino, colocó a Reinildo de central izquierdo y donde dije digo, digo Diego. Del 4-4-2 al 5-3-2 en un pestañeo. La modificación tampoco resolvió un problema estructural del Atlético, que únicamente compareció en el partido en el tramo final y fue a arreones. Como su ataque a lo largo de todo el curso. Intermitente.
Un problema inicial
Le cuesta al Atlético entrar a los partidos. Lo hace a medias. El Betis reprodujo un contratiempo que Leganés, Real Madrid, Rayo Vallecano y Villarreal han explotado. Los verdiblancos se adelantaron en su primer acercamiento al área y la escuadra de Simeone tuvo que ir a remolque todo el encuentro.
Un vicio nocivo de la temporada pasada que se reproduce en la actual. Coincide en tiempo y forma con una fragilidad defensiva no vista en el inicio de campaña, que a su vez coincide con la ausencia de Le Normand. Lesionado tras el derbi. Desde entonces, el Atlético no ha completado ningún partido con la portería imbatidas. No leerán en estas líneas un ensayo a favor de una individualidad sobre un desempeño colectivo, pero las coincidencias existen.
Se busca al De Paul argentino
Hace tiempo que el centrocampista muestra dos caras. Una con la albiceleste, donde exhibe sus cualidades, y otra, cuando se enfunda la rojiblanca, que está sorda de un pie. Y en ocasiones de los dos. Ante el Betis se dio de bruces con la versión del Atlético en la que no rompe líneas y se excede en otros intangibles. Su pasividad y reclamación de falta cuando perdió un balón desembocó en penalti, anulado posteriormente por el VAR, que hubiera significado el fin del partido.
Falta de contundencia
Simeone tiene un problema, varios mejor dicho, pero uno que emerge por encima del resto. A su equipo le falta contundencia, algo que podría maquillar un partido cuando el juego no alcanza. Le cuesta materializar las ocasiones que genera y eso se traduce en mayores obstáculos. Cuando no es la madera, es el portero y cuando no la definición del futbolista. Este Atlético, todavía en búsqueda de su identidad, se distancia del liderato y queda ubicado a pelear en ‘su’ Liga. En este momento, por detrás del Villarreal.