El drama de Duda Cowboyzinha, de luchar en la UFC a ser mendiga: «Me prostituyo por un cigarro»
El drama de Duda Cowboyzinha, de luchar en la UFC ser mendiga
"Me prostituyo por un cigarro", llega a decir en un vídeo
Lanza un mensaje de optimismo asegurando que volverá a pelear
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Eduarda Neves Santana, más conocida como Duda Cowboyzinha, fue en su día una de las peleadoras brasileñas más prometedoras en la UFC. Su estilo agresivo y su destreza en el octágono la convirtieron en una deportista admirada por los fanáticos de las artes marciales mixtas. Sin embargo, su carrera dio un giro inesperado cuando fue suspendida por la organización debido a un caso de dopaje.
La noticia de su suspensión cayó como un jarro de agua fría sobre su vida y su carrera. Durante años, había dedicado su existencia al entrenamiento y la competición, soñando con alcanzar la cima del deporte. Al verse alejada del octágono, su salud mental comenzó a deteriorarse, cayendo en una profunda depresión de la que le está costando salir. Sin apoyo de la UFC y con dificultades económicas, Duda Cowboyzinha sobrevive como puede en la calle, siendo ahora una mendiga. Sin contratos, sin ingresos y con una reputación dañada, su lucha diaria es por encontrar refugio y alimento, además de consumir sustancias de todo tipo.
Lo dice abiertamente ella misma en un vídeo que se está haciendo viral en las redes sociales, reconociendo que es adicta a las drogas y que ha tenido que recurrir a la prostitución para subsistir y comprar drogas. «Empiezas por un porro y te acabas prostituyendo por drogas. Ahora me prostituyo por un cigarrillo», dice.
«Mi familia no entiende que esto es una enfermedad, no es nada malo… Esta dependencia es muy triste. A veces paso días y días sin fumar, empiezo a emocionarme, «¡voy a pelear otra vez!» Luego, cualquier pequeña cosa me deprime y empiezo a consumir drogas de nuevo», explica la propia Duda Cowboyzinha, que se ha sometido a varios tratamientos de desintoxicación.
La lucha de Duda Cowboyzinha
Sin embargo, Duda Cowboyzinha manda un mensaje de optimismo en el que no descarta volver a las peleas de MMA (Artes Marciales Mixtas): «Dios me quitó todo, como Job, pero un día me lo devolverá todo. Él me está probando como probó a Jesús, en el desierto, así como probó a Daniel. Pero un día esta historia tendrá un final feliz. Esperad mi regreso».
A pesar de su situación, algunos de sus seguidores no han dejado de apoyarla. En redes sociales, se han creado iniciativas para ayudarla a salir adelante, e incluso excompañeros de la UFC han expresado su preocupación por su estado. Sin embargo, reconstruir su vida no es una tarea fácil, especialmente cuando la depresión sigue afectándola profundamente y a sus adicciones. El caso de Duda Cowboyzinha pone en evidencia la fragilidad de la carrera de un peleador profesional. Un solo error puede marcar el fin de años de esfuerzo y sacrificio. Muchos atletas, al perder su lugar en la competencia, se encuentran sin herramientas emocionales ni económicas para enfrentar el golpe, quedando a la deriva en un mundo que rápidamente olvida sus logros.
Hoy en día, el futuro de Duda Cowboyzinha es incierto. Aunque su historia es un recordatorio de la dureza del mundo del deporte profesional, también es un llamado a la empatía y al apoyo hacia quienes atraviesan momentos difíciles. Su lucha ahora no es dentro del octágono, sino en la vida misma, buscando una oportunidad para levantarse y seguir adelante.
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