La estremecedora historia de Joaquín Carmona: el ‘Maldini’ del atletismo en Twitter es un indigente
Joaquín Carmona, al que muchos consideran el mejor tuitero sobre atletismo, es un indigente que vive en la calle en Madrid
Lleva tres meses sin poder utilizar sus redes porque no puede encender su ordenador ni conectarse a Internet
La historia de Joaquín Carmona da mucho que pensar. Con 17.700 seguidores en Twitter, este catalán es según muchos el mayor experto del mundo del atletismo en la citada red social. Pero lleva tres meses sin actualizar su perfil, sin publicar nada. Y el motivo es estremecedor. Joaquín Carmona es un indigente, una persona sin hogar que duerme en un parque de Madrid y que por tanto durante el confinamiento no ha podido ni encender su viejo ordenador ni conectarse a Internet.
Su cruda historia ha sido contada en el diario Sport, que ha recogido declaraciones suyas en las que cuenta su difícil realidad. «El último tuit lo puse en la estación de Atocha el día que empezó el Estado de Alarma y la policía me ordenó que me fuese antes de cerrar todo. Desde entonces, no tengo donde encender el ordenador ni donde cargar la batería», cuenta Carmona.
Solía aprovechar los servicios que ofrecen las bibliotecas para compartir sus profundos conocimientos sobre atletismo. Allí podía cargar su ordenador portátil y utilizar el wifi. Pero el Covid-19 obligó a cerrar todos esos centros culturales y Joaquín Carmona lleva tres meses durmiendo en un parque de Madrid porque prefiere no hacerlo en los albergues, de los que no hablan muy bien.
«Al menos aquí tengo un colchón»
Es el ‘Maldini’ del atletismo en Twitter, pero detrás tiene una historia durísima que ahora ha salido a la luz. «Al menos, aquí tengo un colchón. He cogido comida de los cubos de basura e, incluso, el colchón en el que duermo lo he encontrado en la calle», explica un Joaquín Carmona al que la vida no ha tratado bien: «Mi padre era alcohólico y mi madre enfermó muy pronto de manera que la pobre solo podía salir a la calle una vez al año porque vivíamos en un cuarto sin ascensor y costaba lo indecible manejarla. Desde muy niño me recuerdo yendo yo ir a hacer la compra».
«Desde que se vino abajo el puesto de helados he sobrevivido como he podido. Me he apuntado a Bolsas de Empleo público y alguna cosa temporal ha salido. He trabajado también en la consigna del Atlético de Madrid. Y entre todo, de lo poco que he ganado es de lo que voy tirando porque yo no gasto nada. Sólo lo elemental para comer, para subsistir. Quiero volver a Twitter pero es que no puedo», finaliza el mayor experto sobre atletismo de nuestro país sobre su cruda situación.