¡Qué desastre! (2-0)

El Castilla pierde ante el Pontevedra en Pasarón (0-2). Los chicos de Solari no reaccionan y se acercan peligrosamente a los puestos de descenso. Los blancos encadenan tres partidos sin ganar y están a dos puntos de los puestos calientes.

Saltó acertado el Castilla al césped de Pasarón. Las condiciones eran perfectas. Un gran campo, un buen césped, pocas bajas y un rival que quería jugar al fútbol. No había espacio para las excusas. Y con esa mentalidad los hombres de Solari comenzaron el encuentro. Tocaban, se asociaban, dominaban y creaban, poco, pero peligro. Parecía que hoy sí. Hoy el equipo iba a demostrar que tiene mucho fútbol en sus botas.

Solari había sacado a todos los jugones. Cristo, Mancebo, Óscar y Toni. Por delante Dani Gómez y por detrás Jaume. Todos estaban poniendo de su parte para que las cosas fluyesen. Pero el buen fútbol duró lo que tardó el Castilla en ceder el balón. Es decir, menos de 10 minutos. Los blancos dejaban de llevar la manija del partido y el Pontevedra comenzaba a hacerse dueño del choque.

Al mal momento del Castilla se sumaba la lesión de Jaime. El defensa andaluz, que estaba formando pareja con un Manu que debutaba, tenía que retirarse antes de tiempo. No termina de tener fortuna el zaguero. En su lugar entró Álex y, por primera vez en lo que llevamos de temporada, la pareja de centrales que encandiló a todos la temporada pasada a las órdenes de Guti volvía a coincidir.

Salvador Belman

El partido mantendría la misma tónica. Los gallegos ya se habían convertido de forma incuestionable en amos y señores del duelo y Belman tenía que emplearse a fondo para tratar de salvar los muebles en más de una ocasión. El filial también golpeaba muy de vez en cuando, sobre todo cuando los del centro eran capaz de triangular. Así cedía un gran balón que Dani estuvo a punto de convertir en premio.

El tramo final del primer acto fue para Javi Belman. El hombre que había sostenido al Castilla durante todo el partido se tuvo que poner el disfraz de superhéroe para evitar un gol cantado con una acción de reflejos. El de Alicante sigue demostrando que está a un nivel superlativo. Con el susto en el cuerpo el Castilla se retiró a los vestuarios.

Superados

La segunda mitad empezó con ritmo. Los minutos planos que vivimos en el primer acto desaparecieron en los segundos 45 minutos y el choque se convirtió en un ida y vuelta mucho más animado. La locura acabaría con premio gallego. Una jugada rara que terminó con gol de Añón tras empujar el balón con el pecho y con el enfado de un Castilla que reclamaba una mano previa de León. El árbitro no concedió nada y los de Solari se veían abajo en el marcador con mucho tiempo por delante para darle la vuelta.

Pero lejos de reaccionar, lo que se vivió en Pasarón fue el 2-0. Berrocal, ex canterano madridista, saltaba al césped y el primer balón que tocaba terminaba besando las redes defendidas por Belman. Lo que vino después ya sobraba. El Castilla sufría como lo hace un equipo lleno de corazón pero sin ideas y falto de fútbol.

Nadie debería dudar de un grupo comprometido que está sufriendo. Tampoco de un entrenador como Solari que lleva un año y dos meses desviviéndose por sacar hacia adelante al filial. Pero la realidad es que nada sale como se desea y los problemas empiezan a ser graves. Se avecinan tormentas por Valdebebas.