Carreño tumba a Altmaier y se cita con Djokovic en cuartos de Roland Garros

Pablo Carreño es uno de los mejores tenistas del mundo, y hay que decirlo más. El tenista asturiano, puesto en duda por más de uno de forma inmerecida, demostró un día más que se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera y se deshizo de Denis Altmaier (6-2, 7-5, 6-2) para clasificarse para los cuartos de final de Roland Garros. El partido fue más complicado de lo que dice el resultado y el ranking del joven alemán, fuera de los 150 mejores del mundo, pero Pablo sacó su mejor nivel táctico, técnico y mental para no dar opción a su rival y citarse en los cuartos de final en París con Novak Djokovic.

Con esta victoria, Carreño iguala su mejor resultado histórico en Roland Garros –cuartos en 2017–, y consigue enlazar esta clasificación entre los ocho mejores en París, con las semifinales logradas en el US Open. El golpe de la derrota ante Zverev en Flushing Meadows no ha tenido el efecto negativo esperado en Pablo, siempre firme en el terreno mental, y ha conseguido una nueva cita con Djokovic, al que ya logró batir en Nueva York aunque gracias al famoso episodio del serbio con la juez de línea que acabó en descalificación.

Después de tres encuentros magníficos, incluyendo una brillante victoria ante Bautista, Carreño se presentaba en la Philippe Chatrier con cartel de claro favorito ante una de las revelaciones del torneo, el qualy Altmaier. Ya con seis victorias en su haber, el alemán entró dispuesto a ponerle las cosas muy complicadas a Pablo, pero su nivel debía subir varios enteros en comparación del mostrado.

Carreño fue mucho más sólido en el primer set, una auténtica roca que dominó las emociones del Altmaier, demasiado acelerado en los momentos clave. Pablo comenzaba ganando el primer set, pero en el segundo las cosas iban a marchar por otros derroteros. Altmaier encontraba la inspiración en sus golpes, no dejando un resquicio a la esperanza a Carreño hasta colocarse con 5-2 a favor.

Rush final y victoria de Pablo

Fue entonces cuando la experiencia de Pablo se expuso sobre el improvisado escenario –el choque estaba programado para la Lenglen pero se cambió por la lluvia– y con dos juegos de servicio portentosos y un break oportuno, consiguió igualar la contienda para, ya en terreno decisivo, continuar con la progresión y apuntarse la segunda manga.

Los problemas llegaban a Pablo en forma de molestias estomacales, que reclamaron incluso la intervención del médico. Carreño, por suerte, pudo continuar y lo más importante, hacerlo al 100% para comenzar el tercer set rompiendo a su rival en dos ocasiones y colocándose con 4-0 a favor. Altmaier reaccionaría, pero iba a ser demasiado tarde para parar la maquinaria de Carreño ya con velocidad de crucero rumbo a los cuartos en Roland Garros.