Benzema tiene dudas

Karim Benzema tiene dudas. El delantero del Real Madrid, sin compromisos internacionales durante este verano, sigue disfrutando de sus vacaciones hasta que el próximo 17 de julio se tenga que incorporar con el resto de sus compañeros a los entrenamientos del equipo blanco. Pero el galo ya no ve tan claro seguir en el conjunto madridista la próxima temporada, ya que los movimientos que están rodeando al vigente campeón de Europa en las últimas semanas dejan al atacante en una posición delicada.

El primer varapalo fue conocer que Zinedine Zidane dejaba de ser entrenador del Real Madrid. Su principal valedor, el hombre que mejor le entendía, su «hermano», tal y como él le definió, dejaba de conducir el barco del 13 veces campeón de Europa. Sin Zizou, la situación de Benzema en el Santiago Bernabéu cambiaba considerablemente. Su compatriota siempre le apoyó y trató de sacar de él lo mejor. Pocos entrenadores habrían tenido la paciencia que Zidane tuvo con él, con un delantero que cerró la temporada liguera con cinco goles.

Si este  varapalo no era suficiente, ahora se suma la más que probable marcha de Cristiano Ronaldo. Su socio dentro del terreno de juego. El luso siempre ha defendido el juego de Benzema. CR7 se sentía especialmente cómodo con su manera de entender el fútbol. Para un devorador del área como el de Madeira, encontrar un delantero centro que prefiera dar una asistencia que marcar un gol no es fácil. Y Karim lo hacía.

Cristiano ahora está cerca de coger un avión que le lleve rumbo a Turín para comenzar una nueva aventura en la Juventus, lo que lleva a que Benzema se plantee su futuro. Tras estos dos movimientos, su lugar en el equipo blanco quedaría muy tocado y empieza a valorar muy seriamente que ha llegado el momento de cerrar una etapa. El año pasado ya contempló la posibilidad de salir y siguió, pero ahora esta idea empieza a tener mucho más peso.

Por otro lado, el Real Madrid cuenta con él para comenzar la pretemporada. En el club están encantados con su profesionalidad y su forma de ser. Y es que Benzema no ha dado un problema en casi una década en el club blanco.