El Atlético vuelve a las andadas
Pierde dos puntos de oro ante el Rayo por un penalti en el último minuto
Iglesias Villanueva revisó la mano de Giménez, pero no pasó lo mismo en el área vallecana
Los suplentes vuelven a quedar señalados tras una segunda parte espantosa
Joao Félix no jugó ni un solo minuto
Un penalti por manos de Giménez en el último minuto le arrebata al Atlético dos de los tres puntos que tenía ya en el zurrón y le hace un daño enorme en su pelea por alcanzar al Real Madrid. Iglesias Villanueva, que no dudó en irse a los once metros en la jugada del uruguayo, se negó a revisar una caída de Reinildo en el descuento, pero en realidad quienes volvieron a quedar muy señalados fueron los suplentes rojiblancos, que de nuevo volvieron a bajar el nivel del equipo en la segunda parte. Carrasco, Cunha, Correa y Saúl no aportaron absolutamente nada y Joao Félix no jugó ni un solo minuto.
Temeroso por la imagen de agresividad que había dejado en la mayoría de sus partidos, el Atlético le salió al Rayo con mucho respeto, consciente de la enorme dificultad que entrañaría el partido en caso de empezar perdiéndolo, pero sorprendentemente lo que se encontró el equipo de Simeone fue un rival manso, sin demasiadas ganas de pelea, y que se limitó a verlas venir. Todo cambiaría en la segunda parte, favorecido el Rayo por la desidia rojiblanca.
El resultado fue que la noche arrancó carente de ritmo y así permaneció durante muchos minutos, en realidad durante casi toda la primera parte, porque el Rayo renunció a tirar arriba la línea de presión y el Atlético, cómodo en su papel de dominador, se dedicó a administrar esfuerzos y a esperar su oportunidad.
Oportunidad que, por supuesto, acabó llegando. Además, más pronto de lo previsto. A los 20 minutos Fran García, un lateral con un futuro enorme, cometió un pecado de juventud y Griezmann, muy atento, fue lo suficientemente pícaro para robarle el balón y enviárselo de primeras a Álvaro Morata, que cambió la trayectoria para que acabara depositándose en el fondo de la red. El delantero, escarmentado, miró primero al árbitro antes de empezar a celebrarlo, pero esta vez no hubo marcha atrás. Es su quinto tanto en la Liga, lo que le consolida como el pichichi del equipo.
Con la parte más difícil del trabajo completada, el Atlético echó el freno y le entregó el balón a Griezmann para que moviera al Rayo de un lado a otro. No hubo más oportunidades, ni en una portería ni en otra, pero el primer tiempo expiró con una mala noticia para Simeone porque a los 40 minutos Lemar se echó al suelo quejándose de otro problema muscular. El francés, que no sale del túnel de las lesiones, abandonó el campo para que entrara Carrasco.
El Atlético salió dormido tras el descanso y en un centro de Fran García desde la izquierda la defensa permitió a Pathé Ciss cabecear en el área. El remate no tuvo puntería, pero fue una primera advertencia que no le pasó desapercibida a Simeone, que se levantó como un resorte para pedir explicaciones.
Descontento con la actitud del equipo, el Cholo no tardó en agitar el partido. Cunha y Correa pisaron el campo reemplazando a Morata y Witsel, mientras Iraola también jugó sus cartas dando entrada a Sergio Camello para que formara pareja arriba con Falcao. Con media hora por delante la noche empezó a cobrar vida. En su primer balón Cunha tuvo el 2-0, pero su remate lo detuvo Dimitrievski.
La respuesta del Rayo fue contundente. Sergio Camello hizo una maniobra mágica en el borde del área ante Giménez y soltó un remate cruzado que pasó a un palmo del poste. Poco después de nuevo Camello insistió, ahora en un pase magistral a Falcao, que estrelló su disparo contra el cuerpo de Grbic. Simeone, fuera de sí, ordenó a Saúl que acelerara el calentamiento para calmar de nuevo el partido. El ilicitano reemplazó a un De Paul de nuevo demasiado poco consistente con un cuarto de hora y la prolongación todavía por delante.
Lejos de mejorar, el Atlético siguió empeorando y al final pagó la penitencia de su complacencia. En el último minuto un centro lateral golpeó en el brazo de Giménez y el árbitro acudió al monitor para revisarlo y confirmar un penalty que permitió a Falcao empatar el partido y arrebatarle a los de Simeone dos puntos que hacen muchísimo daño.