La Liga del Atleti está en el Metropolitano

El Atlético sale de la súper jornada 35 consolidado como líder tras su gran partido en el Camp Nou y el empate entre Real Madrid y Sevilla, pero sabe también que su margen de error es inexistente. El equipo tiene ante sí tres finales ante Real Sociedad, Osasuna y Valladolid, pero de puertas para dentro se cree que la clave son los dos próximos partidos en casa ante donostiarras y navarros. Sumar los seis puntos obliga a Real Madrid y Barça a hacer lo mismo y se tiene cierta fe en que los blancos pinchen en uno de sus dos desplazamientos a Granada y Bilbao. De ser así, aunque los de Koeman lo ganen todo el Atlético podría permitirse el lujo de ceder un empate.

La felicidad no fue completa entre la parroquia rojiblanca por el inoportuno gol de Hazard en el minuto 94 que permite al Real Madrid rescatar un punto que puede valer su peso en oro porque obliga al Atlético a calcar los resultados de los de Zidane y a no ceder más de un empate con relación al Barcelona. De todos modos la situación es idílica porque eran muchos los que estaban convencidos de que el equipo iba a ceder el liderato en esta jornada. No sólo no ha sido así sino que además los rojiblancos pudieron haber asaltado el Camp Nou demostrando que se crecen en los partidos decisivos. Esta temporada la ha terminado invicto ante el Barcelona, que además no ha podido marcarle ningún gol, y con el único lunar de la derrota en Valdebebas ante el Real Madrid en la primera vuelta.

Ahora todos los sentidos están puestos en el partido del miércoles a las diez de la noche en el Wanda ante la Real Sociedad, aunque con un ojo puesto en el Levante-Barcelona que se jugará el día anterior en Orriols, y en el que por supuesto cualquier resultado que no sea una victoria azulgrana sería muy positivo para el Atlético porque alejaría a los culés a cinco o seis puntos más el golaverage, lo que equivale a una distancia ya sideral.

Con tres jornadas decisivas por delante ahora retumba con más trascendencia que nunca la frase que pronunció Simeone el pasado viernes en la rueda de prensa previa al partido del Camp Nou: «el más fuerte mentalmente será el que se lleve el gato al agua». Ese es el reto que tiene por delante el Atlético, aislarse de todo para centrarse exclusivamente en derrotar a la Real Sociedad, un equipo que nunca ha ganado en el Wanda y al que se venció en la primera vuelta con cierta holgura. Sin embargo los donostiarras son sobre el papel el más poderoso de los enemigos que le quedan a los rojiblancos y seguro que plantean un partido de máxima exigencia porque se juegan la quinta plaza del Campeonato y, en consecuencia, una plaza europea la próxima temporada.

Con Koke entre algodones tras los problemas físicos que sufrió en la recta final del partido del sábado y con el francés Lemar virtualmente descartado, Simeone trabajará hoy y mañana la recuperación de los jugadores e incentivará las acciones de estrategia, que pueden ser decisivas en la recta final de un Campeonato que empieza a recordar muchísimo el desenlace del que en la temporada 72-73 le dio el título al Atlético. También en aquella ocasión empató a cero en el Camp Nou ante el Barcelona en la que era, hasta el sábado, la última igualada sin goles entre rojiblancos y azulgranas en feudo culé.