Alcaraz se mete en su segunda final de 2023 tras batir al gigante Jarry

Carlos Alcaraz jugará su segunda final consecutiva y continúa imbatido en 2023, después de derrotar al chileno Nico Jarry, actual número 136 del ranking ATP, en la segunda semifinal del ATP 500 de Río de Janeiro. El murciano volvió a necesitar de una remontada tras ceder el primer set (6-7, 7-5, 6-0) contra un jugador que le puso contra las cuerdas y que sólo sucumbió en un tercer set que cayó con un rosco del lado de la balanza de Carlitos, quien se medirá a Cameron Norrie, también su rival en la final de Buenos Aires, por su segundo título consecutivo en Río.

Las dos horas y 42 minutos que duró la contienda dieron paso a escenarios totalmente diferentes, desde luego tras lo sucedido en el segundo, en el que Alcaraz sufrió lo indecible hasta quebrar por fin el saque de su rival, y el tercero, en el que todo fue coser y cantar, acabando con un 6-0 que da un sabor plácido a una victoria que realmente fue un dolor de muelas. La culpa la tuvo un Jarry que llegaba como la sorpresa de la semana y se coronó en un primer parcial en el que lució argumentos al servicio y desde sus golpeos de fondo de pista, sobre todo con la derecha.

La confianza de Jarry se vio en el transcurso del set y por supuesto en un tie-break en el que superó de cabo a rabo a Alcaraz, sorprendido por el desparpajo de un tenista que parece dar pasos en firme después de una sanción –por dopaje, juzgado como involuntario– que le obligó a permanecer inactivo y dar muchos pasos atrás en el ranking.

En el segundo set, Alcaraz quiso desquitarse pero el tenis de Jarry le obligaba a seguir y seguir remando en busca de un deseado break que se empeñaba en aparecer. Pudo adelantarse el chileno con break nada más empezar, pero Carlitos sacó fuerzas de flaqueza para resistir y aun con su servicio, ir mandando en una segunda manga que encontraría solución para el 7-5 final, justo después de que el español pidiese el fisio por problemas en su pierna izquierda.

Alcaraz, a la final con rosco

Alcaraz había hecho saltar las alarmas, pero su tenis había desbloqueado lo más difícil y mandado, sin darse cuenta, a la lona a un Jarry que con sus 198 centímetros de altura se daba por vencido en un tercer set sencillo para Carlos. Mucho más fresco en lo físico y con, por fin, la ventaja tenística que se le presupone, el talento de El Palmar pudo jugar a sus anchas en la pista Guga Kuerten, que tras un contundente 6-0 le ven pasar a su segunda final consecutiva de 2023 y también en el torneo, que el domingo verá si es el propio Carlos Alcaraz o Cameron Norrie su vencedor de 2023.