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El truco de un experto para lavar los abrigos de plumas sin estropearlos: «Jamás debes…»

Truco para lavar un abrigo de plumas
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Mantener la ropa limpia y en perfecto estado es una tarea que, en ocasiones, se puede complicar según el tipo de prenda. Los abrigos de plumas, por ejemplo, son prendas muy valoradas por su capacidad para aislar del frío, pero también requieren un cuidado especial para no dañar su relleno y conservar su funcionalidad y aspecto. Un experto en moda masculina y cuidado textil, conocido en redes sociales como José (@testimu10 en TikTok), ha compartido un truco muy muy útil para lavar los abrigos de plumas garantizando su capacidad aislante y su aspecto durante más tiempo.

Antes de lanzarte a lavar esta prenda, es imprescindible leer con atención la etiqueta que suele estar cosida en el interior. Esta guía te ayudará a identificar los materiales tanto del relleno como del tejido exterior. Algunos abrigos llevan plumas naturales, mientras que otros tienen relleno sintético, y las telas también pueden variar entre poliéster, nylon o mezclas especiales. La etiqueta también indica si es mejor lavar a mano o a máquina, o incluso si la prenda requiere limpieza en seco.

El truco definitivo para lavar los abrigos de plumas

Una vez que hayas comprobado las recomendaciones de la etiqueta, el siguiente paso es preparar correctamente el plumífero para evitar que se estropee durante el lavado. La recomendación principal es dar la vuelta a la prenda para proteger el tejido del roce y el desgaste excesivo que podría sufrir en el tambor de la lavadora. También es importante asegurarse de que todas las cremalleras estén cerradas y los botones abrochados para evitar que se enganchen o se rompan.

Para lavar el abrigo, lo mejor es utilizar un detergente suave, preferiblemente uno específico para prendas delicadas o para abrigos de plumas si está disponible. Los detergentes comunes pueden ser demasiado agresivos y eliminar los aceites naturales que mantienen las plumas suaves y esponjosas. Evita usar suavizante, ya que puede apelmazar el relleno y reducir la capacidad aislante del abrigo.

La elección del programa en la lavadora es crucial para que el abrigo no sufra daños. Los expertos recomiendan usar ciclos suaves o delicados, diseñados para prendas que requieren un trato especial. El lavado debe realizarse con agua fría o templada, nunca caliente, ya que las temperaturas elevadas pueden afectar negativamente al relleno, haciendo que se apelmace o pierda volumen.

Un truco muy efectivo y poco conocido para recuperar el volumen del abrigo de plumas durante el secado es introducir un par de pelotas de tenis limpias dentro de la secadora junto con la prenda. Estas pelotas actúan como un mecanismo de «batido suave», ayudando a que las plumas no se apelmacen y se distribuyan de forma uniforme mientras el abrigo gira. Gracias al movimiento constante de las pelotas, el relleno recupera su esponjosidad original, lo que mejora tanto el aspecto como la capacidad aislante del abrigo.

José, el experto que comparte estos consejos, indica que la temperatura máxima ideal no debe superar los 30 grados centígrados. También recomienda un centrifugado suave, al nivel más bajo que permita tu lavadora, para evitar que el movimiento brusco y la fuerza del giro puedan deformar el abrigo o romper las plumas.

El proceso de secado es tan importante como el lavado para mantener la calidad del plumífero. Una vez que termine el ciclo de lavado, revisa si el abrigo sigue húmedo. En ese caso, es mejor exprimirlo suavemente con las manos, evitando retorcerlo para no dañar el relleno. Luego, el abrigo se debe secar al aire libre, pero evitando la exposición directa al sol, ya que la radiación puede deteriorar las fibras y afectar el color.

Uno de los errores más comunes que cometen muchas personas es colgar el abrigo usando pinzas o perchas, algo que el experto desaconseja rotundamente. Colgar la prenda mientras está mojada provoca que las plumas se apelmacen y se queden acumuladas en la parte baja, perdiendo su esponjosidad y capacidad térmica. La mejor opción es extender el abrigo en una superficie plana, como una mesa o un tendedero, para que se seque de manera uniforme.

Además, durante el proceso de secado es recomendable sacudir la prenda de vez en cuando para airear las plumas y evitar que se queden apelmazadas. Esto ayuda a que el relleno recupere su volumen natural y el abrigo conserve su forma original.

Otro consejo esencial es no guardar nunca el abrigo de plumas estando húmedo o con restos de humedad, ya que esto puede generar malos olores y favorecer la proliferación de bacterias y hongos, que además pueden dañar tanto el relleno como la tela exterior.

En definitiva, lavar los abrigos de plumas no tiene por qué ser una tarea complicada si se conoce este truco. El cuidado correcto implica elegir un detergente suave, usar un ciclo delicado con agua fría, secar la prenda extendida y no colgada, y asegurarse de que esté completamente seca antes de guardarla.

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