¿Alguna vez te habías fijado en este detalle de los huevos? Puede ser muy peligroso
Te contamos el detalle en el que te debes fijar para no tener ningún problema a la hora de comer huevos
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Normalmente cuando compras una caja de huevos en el supermercado tratas de ver si hay alguno roto o si tienen algún problema, sin embargo, no nos fijamos en algo mucho más importante: muchos de los huevos tienen manchas o defectos en la cáscara o en su interior y, aunque algunos de estos defectos no afectan a la seguridad de este alimento, sí hay un detalle que no debemos dejar pasar porque puede resultar muy peligroso para tu salud.
Los huevos son uno de los alimentos más consumidos en nuestro país. Son imprescindibles para preparar muchas recetas y al poder cocinarlos de tantas formas distintas, son muy versátiles y te hacen un ‘apaño’ en cualquier momento. A la plancha, en revueltos, en tortilla, huevo poché… Hay decenas de posibilidades y para todos los gustos.
No obstante, se debe tener cuidado con las fechas de caducidad y posibles defectos, ya que un consumo de huevos en mal estado puede ser peligroso para el organismo. No todos los defectos en los huevos son malos, muchos tienen pequeñas manchas de un color más oscuro o incluso alguna brecha.
En el caso de las manchitas de color oscuro en la cáscara del huevo, normalmente se debe al proceso natural de la formación del huevo dentro de la gallina. Suele generar una textura distinta en la cáscara del huevo, pero si no encontramos otros indicativos, se podría consumir perfectamente. Estas manchas son más comunes en huevos de gallinas mayores o algunas más jóvenes que no están consumiendo suficientes nutrientes en su alimentación.
Por otro lado, si al abrir los huevos alguno tiene una pequeña grieta, se debe tener más cuidado, ya que las bacterias pueden ingresar en el huevo a través de la grieta. Si el huevo se ha roto mientras volvías del supermercado o en un resbalón, lo mejor será pasarlo a un recipiente bien sellado y limpio y consumirlo en 24h. Por otro lado, si se rompe durante la cocción, por ejemplo, si estamos preparando huevos duros, no habrá problema para consumirlos con seguridad.
Estos son pequeños defectos que no ponen en duda el consumo de los huevos, pero si al abrirlo, detectas en la cáscara manchas de color verde o negro, su consumo podría ser peligroso. Si encuentras alguna de estas manchas, tira rápidamente el huevo, ya que puede no ser apto para el consumo con total seguridad.
Encontrar manchas de color negro o verde puede ser resultado de una contaminación bacteriana en el huevo. Por otra parte, si notamos manchas de color rosa, rojas o verdes puede significar que hay un deterioro avanzado de las bacterias y puede ser peligroso su consumo. Lo mejor será tirarlo y optar por consumir otro huevo o alimento.
También, es importante conservar los huevos en las condiciones óptimas para su consumo. Deben estar refrigerados desde el momento que los compramos y consumirlos en las siguientes tres semanas o hasta que la fecha de caducidad lo indique. Para un mejor almacenamiento se recomienda no conservar los huevos en la puerta de la nevera, esta es la parte que más calor pierde al abrir la nevera.
Finalmente, es esencial recordar que al manipular los huevos, sobre todo si están crudos, el lavado de manos es imprescindible para evitar contaminaciones.
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