Qué son las bombillas de bajo consumo
¿Has oído hablar de las bondades de las bombillas de bajo consumo? Es muy probable que sí, ya que están por todas partes y las recomiendan una y otra vez. Pero, ¿qué son realmente? ¿De verdad resultan más eficaces y económicas que las de toda la vida? Veamos qué nos encontramos por aquí.
Una bombilla de bajo consumo es una lámpara fluorescente compacta, que en inglés se conoce como CFL. Aunque funcionan de manera similar a las lámparas fluorescentes de tubo de toda la vida, se diseñan para ocupar su lugar de forma que mejoren la eficiencia de la célebre bombilla incandescente, que ha quedado bastante obsoleta.
Hoy día existen países en los que es incluso obligatorio cambiar las lámparas clásicas. Ya tienen que ser reemplazadas por las de bajo consumo, t hasta por LED, que todavía son más económicas, duraderas y eficientes.
No podemos olvidar que las lámparas fluorescentes compactas que siempre hemos usado, además de gastar bastante energía, también emiten más gases de efecto invernadero, especialmente CO2, por lo que su efecto contaminante es bastante elevado, promoviendo el calentamiento global y aumentando la velocidad a la que se produce el cambio climático.
Las ventajas de las bombillas de bajo consumo
Lo cierto es que usar bombillas de bajo consumo tiene claras ventajas, más allá de que el gasto sea menor y su duración más elevada. Por ejemplo, también son más frías que las clásicas, ya que antaño, la bombilla transformaba energía en calor y luz, pero ahora, prácticamente todo es luz, así que son menos calientes.
Obviamente, el ahorro energético es enorme. Se calcula que consumen entre un 50% y un 80% menos que las lámparas de siempre. Y esto es en condiciones idénticas de recepción de energía, produciendo la misma luz. Así pues, donde las de bajo consumo necesitan de 22 vatios, con las antiguas harían falta 100 vatios.
¿Te preguntas cuál es el ahorro real de estas bombillas de consumo bajo? Si usas una que necesite 18 vatios, la cual sustituyes por otra de 75 vatios clásica para producir la misma luz, el ahorro es de 570 kWh, es decir, kilovatio por hora. O sea, en el periodo de vida útil, hablamos de un ahorro total de 62 €.
Además, no olvides que este tipo de lámparas de bajo consumo pueden durar hasta 10 veces más que las clásicas. Es decir, que tendrán unas 10.000 o 12.000 horas de uso, que equivalen de media a 5 o 10 años, según dónde la sitúes. Si optas por las longlife, incluso podrían duplicar esta vida. ¿Ves ya sus múltiples ventajas?