Ni vino ni vermú: ésta es la insólita bebida que se ha puesto de moda entre los millennials
En España, el consumo de cerveza sin alcohol, una bebida que nació en la década de los 70, ha pasado de ser una moda pasajera a convertirse en una tendencia consolidada, especialmente entre los millennials. Este fenómeno no es casualidad; está impulsado por factores culturales, sociales y un cambio en los hábitos de consumo de las nuevas generaciones. Con un 14% de consumo per cápita, nuestro país lidera este mercado en Occidente, según datos de Cerveceros de España. Este cambio de paradigma se debe, en gran medida, a la adaptación de la industria cervecera y a la creciente demanda de opciones más saludables.
Los millennials, aquellas personas de entre 31 y 45 años, están liderando esta transformación. Un estudio de la Universidad de Oxford, junto con Ipsos y Heineken, reveló que el 41% de esta generación prefiere bebidas sin alcohol. Este cambio responde a una tendencia global hacia un estilo de vida más saludable, aunque todavía persisten ciertas barreras sociales, como la necesidad de justificar esta elección en ciertos contextos o incluso de ocultarla debido a la presión social.
La bebida favorita de los millennials
La cerveza sin alcohol llegó a España en 1976, cuando la marca Ambar lanzó su primera versión en el bar La Bozada de Zaragoza. Este hito marcó el inicio de un cambio en los hábitos de consumo de bebidas, y con el tiempo ha ganado popularidad gracias a su adaptación a los gustos del consumidor y a su inclusión en diferentes contextos sociales, como el aperitivo.
Hoy en día, España lidera el consumo de cerveza sin alcohol en Occidente, y también ha influido en su normalización dentro de la cultura mediterránea. Este tipo de bebida se ha convertido en una opción atractiva entre millenials no sólo por sus beneficios para la salud, sino también porque permite disfrutar de la experiencia social de «tomar algo» sin las consecuencias negativas del alcohol. Además, las empresas cerveceras han mejorado significativamente la calidad y el sabor de estas bebidas.
Empresas como Heineken, Estrella Galicia y Ambar han invertido sen tecnología y desarrollo para mejorar la calidad de sus productos. Esto ha resultado en un aumento de la variedad de opciones disponibles, desde cervezas ligeras y refrescantes hasta versiones artesanales y premium.
Este cambio también ha tenido un impacto económico positivo. El mercado de la cerveza sin alcohol está en constante crecimiento, y España se ha posicionado como un referente internacional en esta categoría. Según datos del sector, las ventas de cerveza sin alcohol han crecido un 30% en los últimos cinco años.
Factores sociales y culturales
En la cultura mediterránea, el consumo de bebidas está profundamente arraigado a las reuniones sociales y las comidas. En este contexto, la cerveza sin alcohol ofrece una solución ideal para quienes desean participar sin comprometer su bienestar.
Además, las campañas de concienciación sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol han contribuido a una mayor aceptación de estas opciones. La generación millennial, en particular, ha mostrado una fuerte inclinación hacia un estilo de vida más saludable, lo que incluye reducir el consumo de alcohol. Según el estudio realizado por Ipsos y Heineken, el 38% de los españoles elige bebidas sin alcohol al menos una vez por semana, y el 32% incluso las prefiere durante salidas nocturnas.
Estigmas sociales
A pesar de su creciente popularidad, la cerveza sin alcohol aún enfrenta ciertos estigmas sociales. Uno de cada cinco encuestados admitió que siente la necesidad de justificar su elección, mientras que uno de cada diez prefiere ocultarla debido a la presión social.
Para muchos, el alcohol ha sido históricamente un elemento central en la socialización. Por lo tanto, optar por una bebida sin alcohol puede interpretarse como una desviación de las normas tradicionales, lo que genera incomodidad en ciertos contextos.
Sin embargo, este escenario está cambiando a un ritmo de vértigo. Cada vez más personas priorizan su salud y bienestar sobre la presión de conformarse con expectativas sociales, y las marcas están desempeñando un papel clave al normalizar estas elecciones a través de campañas de marketing inclusivas.
El cambio hacia un consumo más consciente no sólo afecta a la industria cervecera, sino también a la forma en que las personas perciben el ocio y la socialización. En un mundo cada vez más enfocado en la salud y el bienestar, es probable que la cerveza sin alcohol continúe ganando adeptos.
En definitiva, la cerveza sin alcohol se ha convertido en la bebida que simboliza el cambio en los hábitos de consumo de los españoles, liderado por los millennials. Aunque aún enfrenta ciertos estigmas sociales, su creciente aceptación refleja una transformación cultural hacia un consumo más responsable y consciente. Con el apoyo de la industria y un cambio en las percepciones sociales, es probable que esta tendencia continúe creciendo en los próximos años, consolidando a España como líder en el consumo de cervezas sin alcohol en Occidente.