Ni con cuchara ni con cuchillo: el sencillo truco para comer las chirimoyas sin riesgo de atragantarse
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La chirimoya es una de las mejores frutas de temporada que tenemos en España. Propia de la estación de invierno, el interior de la chirimoya destaca por su particular textura, muy cremosa, casi como un yogur, y su sabor muy dulce, ideal para usar en algunas recetas. De hecho, es tan dulce que a algunas personas les resulta demasiado empalagosa.
Si eres de los que no pueden pasar el año sin disfrutar de la chirimoya, seguro que habrás desarrollado ya tu propia técnica para evitar sus pepitas. Los huesos de la chirimoya, de color negro y de tamaño similar a un grano de café, son tan abundantes que hay que tener cuidado de no tragárselos por descuido.
La manera más habitual de consumir una chirimoya suele ser abrirla por la mitad y comérsela a cucharadas, como si fuera un puré. Las pepitas son tan grandes que es fácil identificarlas en la boca e irlas separando.
Sin embargo, hay que reconocer que esta técnica resulta algo engorrosa, y no es la más higiénica.
Otra fórmula es cortar la chirimoya en cuatro cuartos, de manera que las pepitas se concentren en el borde de cada trozo y puedas retirarlas fácilmente con la punta del cuchillo. Pero este método tampoco es infalible, y además sólo resulta práctico si te vas a comer la chirimoya entera.
¿Cuál es la mejor manera de comer la chirimoya evitando las pepitas?
Si quieres probar una alternativa cómoda para comer las chirimoyas, toma nota del siguiente truco. Una vez que domines la técnica, se convertirá en tu favorita para siempre. Para ponerla en práctica, solo necesitas un colador de malla gruesa. No sirve el típico colador fino para exprimir zumos, por ejemplo.
Para empezar, cortamos la chirimoya por la mitad. Ahora situamos el colador encima de un recipiente de su mismo tamaño, y lo sujetamos con firmeza.
El truco consiste en presionar levemente la chirimoya contra el colador, como si la quisiéramos exprimir. Basta con frotar y moverla un poco; de otro modo destrozaríamos el fruto.
Si lo haces correctamente, verás cómo toda la pulpa de la chirimoya traspasa la malla del colador y cae al recipiente, mientras que las pepitas quedan atrapadas. De este modo podrás disfrutar de la carne de la chirimoya con una cucharada, de un modo más limpio y también más fácil de comer.
Eso sí, para que el truco funcione a la perfección lo ideal es que lo hagas con chirimoyas maduras. Si el fruto está todavía un poco verde, será demasiado duro para exprimirlo y solo conseguirás estropearlo. ¿Todavía no sabes cómo averiguar si una chirimoya está en su punto? Pues hay un método que nunca falla: antes de cortarla, presiónala con el dedo ligeramente. Si la piel cede al tacto, la chirimoya estará lista para consumir. Si la notas dura, mejor espérate unos días.
Este ingenioso truco para separar las pepitas de la chirimoya es también la técnica ideal si necesitas usar la pulpa como ingrediente en alguna receta. Además, resulta especialmente eficaz cuando lo haces con varias chirimoyas a la vez.
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