El aperitivo: el origen de una costumbre española
El aperitivo es una de nuestras costumbres más arraigadas. Una especie de reunión social previa a la comida que además siempre "celebramos" con la presencia de las también famosas tapas.
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En España salir a tomar el aperitivo es toda una costumbre, especialmente cuando estamos con amigos o tenemos un día festivo o durante el fin de semana. Se dice que el aperitivo en forma de tapa tiene además origen español, pero ¿sabías que ya en la antigua Grecia el famoso médico Hipócrates fue creador de una bebida de vino con hierbas y sabor a ajenjo que utilizaba para «abrir el apetito»? Justamente como hacemos ahora con los aperitivos, de modo que si quieres saber más sobre su historia sigue leyendo porque te lo contamos todo sobre el origen del aperitivo: una costumbre española.
El origen del aperitivo
La historia del aperitivo os la contamos precisamente en este día 19 septiembre en el que se celebra el Día del Aperitivo, un día establecido en 2019 por la empresa Lay’s pero lo cierto es que nosotros los españoles celebramos el aperitivo cada vez que tenemos ocasión pero ¿sabemos cuando se inventó esta costumbre?.
Pocas son las personas a las que no les gusta tomar el aperitivo. Esta es considerada una costumbre muy española y aunque se podría pensar que comer algo antes de la comida y sobre todo, compartir eso con otras personas como por ejemplo unos amigos en la terraza de un bar es algo que inventamos nosotros, lo cierto es que se podría decir que el aperitivo era algo ya establecido en el siglo V aC., cuando el antes mencionado Hipócrates, inventó ese brebaje amargo que usaba para reabrir el estómago cuando no tenía hambre.
De este modo si tenemos que entender el aperitivo como una bebida, diremos que se correspondería con una bebida alcohólica (aunque también con el tiempo se acabó estableciendo que hubieran bebidas sin alcohol que tomar como aperitivo) que se bebe antes de las comidas para estimular el apetito. La etimología del término no deja lugar a dudas: se define como ‘aperitivo’ del latín “aperitivus” (“que abre”), bebida capaz de “abrir” el estómago estimulando la sensación de hambre. En la actualidad puede ser un cóctel y nada más o una bebida combinada con algo para comer.
Italia, inventora del aperitivo
Pero ¿en qué momento se convirtió en una especie de costumbre social? Tenemos entonces que viajar hasta Italia y hasta finales del siglo XVIII cuando el destilador Antonio Benedetto Carpano (Turín) inventó un vino aromático al que le había añadido quina y al que bautizó con el nombre de ‘vermut’. Una bebida que se solía tomar antes de una gran comida para que de alguna manera se pudiera «preparar» al estómago y estimular el apetito.
La bebida se popularizó y de hecho se convirtió en la favorita de reyes, como el Rey de Italia Victorio Emmanuel y figuras históricas como Garibaldi. Ya en el Siglo XIX, el vermut se había convertido en una bebida que se tomaba en círculos de políticos e intelectuales y en la barra de los bares, pasando así del café a esta bebida y a otras incorporando además, algún que otro alimento. Una costumbre que pasó también a Francia y como no, a España.
El aperitivo, toda una institución en España
El aperitivo es por tanto, de origen italiano y de hecho desde este año los italianos también han reclamado celebrar un día dedicado a estos platos o platillos que se toman antes de las comidas. En concreto, el 26 de mayo quedó establecido como el Día Mundial del aperitivo en Italia.
Sin embargo, sabemos que una vez que el aperitivo dio el salto a nuestro país parece que se convirtió en una de nuestras señas de identidad. De hecho los españoles hemos convertido el aperitivo en algo muy particular si tenemos en cuenta que para nada tiene que ver la manera en que nosotros lo tomamos a como lo toman precisamente en Francia o Italia.
En estos países, el aperitivo es algo más parecido a una pequeña cena si tenemos en cuenta que lo suelen tomar a partir de las 18 de la tarde hasta las 21 y siempre con un buffet de varios platos de comida por lo que para muchos se convierte en su cena. En nuestro país en cambio, el aperitivo se puede tomar tanto antes de la comida como de la cena y suele estar marcado además porque lo que se toma suele acompañarse de alguna tapa, otra de nuestras señas de identidad y en este caso mucho más propia.
En este sentido, un buen aperitivo puede estar formado por alguna que otra tapa, pero también si te vas al sur verás que un aperitivo puede ser un pequeño plato de ‘pescaíto’ frito y algo de vino o manzanilla. En cambio si te vas a Aragón, los embutidos suelen copar los aperitivos. En otros rincones del país, podemos encontrar aperitivos más «limitados» como unas cuantas olivas o unas patatas y una cerveza aunque en Madrid parecen saber por excelencia lo que es un buen aperitivo. De hecho ellos son famosos por servir una tapa gratis con cada consumición de bebida. Algo que podemos considerar un aperitivo en toda regla, si volvemos de nuevo a la relación que en nuestro país hay entre aperitivos y tapas.
El origen de la tapa
De hecho a pesar de la variedad que acabamos de mencionar, en la gran mayoría de nuestro país, no hay aperitivo que no contenga una tapa, y estas podemos decir que sí que son un invento español. De hecho la costumbre de comer algo acompañando nuestras consumiciones en los aperitivos se lo debemos al rey Alfonso X el Sabio en el siglo XIII, cuando se dio cuenta (a través de la recomendación médica) que el vino que le ofrecían le sentaba mejor si lo tomaba comiendo algo como acompañamiento. Por ello, creó una ley para que en todas las tabernas de España se sirviera un poco de comida con cada bebidas alcohólica.
¿Y el nombre de tapa? Cuenta la leyenda que una vez en Cádiz, Alfonso XIII se encontraba tomando algo en una taberna y entró una fuerte ventolera de manera que para evitar que la arena entrara en la copa del rey, un camarero la tapó con una loncha de jamón. Cuando pidió otra copa, el rey dijo «con tapa» en alusión a la loncha. También se dice que esa misma «tapa» de jamón se usaba en realidad para evitar que entraran las moscas en las copas que se tomaban.