Así se llama el pueblo español con el nombre más largo: no te lo esperas

En España, con más de 8.000 pueblos, algunos nombres resultan ser verdaderos trabalenguas. Estos topónimos reflejan la historia y geografía locales, con influencias de antiguos idiomas y migraciones. Un ejemplo notable es Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, el pueblo con el nombre más largo de España, con 37 letras y siete palabras. Este municipio, situado a 80 kilómetros de Madrid, nació de la fusión de dos localidades en el siglo XIX, aunque su nombre oficial no se estableció hasta 2001. Con una población de 360 habitantes, la región destaca por su belleza natural, con el río Lozoya y el Parque Nacional Sierra de Guadarrama.

Otros pueblos con nombres extensos incluyen Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja en Burgos y Cruilles Monells y Sant Sadurní del Heura en Gerona. A nivel europeo, el barrio navarro de Azpilicuetagaraycosaroyarenberecolarrea ostenta el nombre más largo, con 39 caracteres. Sin embargo, el récord mundial pertenece a Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch en Gales, con 58 letras, reflejando la rica herencia cultural de la región. Esta variedad de nombres, desde lo curioso hasta lo impronunciable, es un testimonio de la diversidad lingüística y cultural.

Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago

El término municipal se encuentra en la margen izquierda del río Lozoya, al pie de los Montes Carpetanos y la Cordillera de Somosierra. Comprende dos núcleos poblacionales: Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago. Los límites del municipio siguen la topografía de las montañas y el curso del río, y sus tierras están cubiertas por una rica vegetación.

Este pueblo, con un rico patrimonio histórico, muestra restos de culturas cristianas, árabes y hebreas, destacando la ermita de Santiago. En 1470, en esta ermita, Enrique IV de Castilla y su hija Juana se encontraron con la embajada francesa para formalizar el matrimonio entre Juana y el conde de Boulogne. Este acto, donde Juana fue jurada como heredera, desencadenó la Guerra Civil entre sus seguidores y los de su tía Isabel la Católica.

Ruta de senderismo

Las rutas alrededor del municipio permiten disfrutar de este valioso entorno natural, complementado por el patrimonio rural en los dos pequeños núcleos urbanos, con viviendas tradicionales, dependencias agrícolas y ganaderas, potros de herrar y antiguas fraguas.

Una de las más destacada es la ruta por el Valle Alto del Lozoya, que comienza en Gargantilla del Lozoya, cerca del Embalse de la Pinilla y al pie del Cerro de la Cruz. Desde la plaza del pueblo, se sube hacia la iglesia y se sigue la Cañada del Prado Mayor, acompañados por un arroyo.

Luego, se asciende por una pista y una vereda cubierta de vegetación, alcanzando un collado que desvía a la izquierda hacia la cima del Cerro de la Cruz, donde se encuentra un vértice geodésico y se disfrutan vistas del Embalse de Riosequillo y la Sierra de Guadarrama.

Posteriormente, se desciende por la Dehesa-Umbría, recorriendo la cresta del Cerro de la Cruz y pasando por varios miradores. La senda se adentra en un bosque de robles y termina en la Ruta del Robledal.

Al cruzar la carretera M-635, se enlaza con la Senda de la Abeja, finalizando de nuevo en Gargantilla del Lozoya. Esta ruta de 12,65 kilómetros tiene un desnivel positivo y negativo de 431 m, con una altitud máxima de 1.512 m y mínima de 1.115 m, y se completa en aproximadamente 4 horas y 18 minutos.

Los pueblos más bonitos de la Sierra Norte de Madrid

La Sierra Norte de Madrid alberga algunos de los pueblos más pequeños y pintorescos de la Comunidad de Madrid, divididos en zonas como el Valle alto, medio y bajo del Lozoya, la zona del Jarama y la Sierra del Rincón, todas unidas por el río Lozoya y sus embalses que abastecen de agua a la capital y parte de la comunidad.

Entre los pueblos más bonitos destaca Garganta de los Montes, entrada al Valle del Lozoya, con calles empedradas y arquitectura tradicional. Buitrago del Lozoya, conocido por su muralla y castillo medieval, es un Conjunto Histórico-Artístico desde 1993. Patones de Arriba, con su arquitectura de pizarra negra, es uno de los pueblos mejor conservados y más auténticos de la región.

Rascafría combina naturaleza y patrimonio histórico, con el Monasterio del Paular y el Puente del Perdón como puntos destacados. Torrelaguna, cuna del Cardenal Cisneros, es un cruce de caminos y culturas, con una arquitectura que refleja su rica historia. Puebla de la Sierra, en la Sierra del Rincón, destaca por sus vistas naturales y arquitectura tradicional serrana.

La Hiruela, también en la Sierra del Rincón, es uno de los pueblos mejor conservados, con casas de piedra, adobe y madera, y rutas de senderismo impresionantes. El Atazar, situado en el valle bajo del Lozoya, ofrece varias rutas de senderismo en el embalse que lleva su nombre. Alameda del Valle, en el valle del Lozoya, es un pequeño municipio con casitas de piedra y un paseo junto al río con vistas al macizo de Peñalara.