Seis años de internamiento psiquiátrico para una mujer por matar a su madre en Alcoy (Alicante)
La condenada estaba diagnosticada de trastorno límite de la personalidad y depresión
Los hermanos y el tío de la condenada han renunciado expresamente a cualquier indemnización


La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un máximo de seis años de internamiento psiquiátrico por un delito de homicidio para el que se aprecia la agravante de parentesco y la eximente incompleta de alteración psíquica a por matar a su propia madre en la vivienda que ambas compartían en la localidad de Alcoy, en Alicante. La sentencia establece una condena de prisión de seis años, así como una medida de seguridad de internamiento en un hospital psiquiátrico que, como máximo, no exceda de ese tiempo. La sentencia es firme. No se puede recurrir.
Además, el fallo puntualiza que la condena deberá cumplir, en primer lugar, el internamiento. Y que para el periodo de prisión se abonará el tiempo de cumplimiento de la medida de seguridad, conforme a lo que establece el artículo 99 del Código Penal (CP). La resolución justifica esa decisión por: «La demostrada peligrosidad de la acusada» y por «la necesidad (…) de que reciba tratamiento psíquico». Además, la mujer deberá cumplir cuatro años de libertad vigilada, una vez concluya la pena del internamiento.
Los hechos se remontan a las 7 de la mañana del día 20 de septiembre de 2022, cuando la ahora condenada y su madre entablaron una discusión violenta en la cocina de la vivienda. La mujer cogió una sartén y golpeó a su víctima varias veces y de forma violenta en la cabeza y en la cara hasta que quedó inconsciente. Luego, le puso las manos alrededor del cuello y la estranguló, hasta que pensó que su madre había muerto.
Pero, al darse cuenta de que la mujer continuaba viva y que intentaba salir de la casa, la abordó en el recibidor de la vivienda. Y, allí, le rodeó el cuello con un cinturón y comenzó a apretar de forma violenta mientras que la arrastraba al interior de la vivienda. Luego, la apuñaló varias veces en el tórax. Esas puñaladas le afectaron a órganos vitales y fueron el origen de su muerte. No obstante, la acusada «para asegurarse aún más la muerte de su madre, cogió dos tapones de silicona para los oídos y con los mismos taponó los dos orificios nasales de su nariz», según recoge la sentencia.
«La acusada, entonces, muerta ya su madre, cogió el teléfono y llamó a su hermana (…) comunicándole que había matado a su madre, la cual avisó inmediatamente al 112, personándose en la vivienda una dotación de Policía Local y Nacional de Alcoy», según añade la citada sentencia. La sentencia considera también probado que en el momento de los hechos, la condenada estaba diagnosticada de una enfermedad mental grave y crónica, que afectó a su voluntad y a su conocimiento.
La víctima era viuda, contaba 65 años. Y tenía otras dos hijas y un hijo. Según recoge también la sentencia, todos ellos han renunciado expresamente a ser indemnizados. Además, el único hermano de la víctima también ha renunciado expresamente a ser indemnizado.
La acusada, en el momento de los hechos, estaba diagnosticada de trastorno límite de la personalidad y depresión, «enfermedad mental de patología grave y crónica que el día de los hechos le produjo que se desencadenara un trastorno mental transitorio que de forma parcial y relevante afectó tanto a las facultades volitivas como intelectivas de la acusada», señala la sentencia.