AYUNTAMIENTO DE VALENCIA

Ribó no ha respondido en 4 meses a la petición de poner placas a 5 víctimas del terrorismo en Valencia

Ribó PP
Joan Ribó en una imagen de archivo.
Ignacio Martínez

El Ayuntamiento de Valencia, cuyo alcalde es Joan Ribó -Compromís- no ha respondido en 140 días, más de 4 meses, a la petición del Colectivo de Víctimas del Terrorismo -Covite-, efectuada el pasado 27 de abril de colocar 5 placas en memoria de otras tantas víctimas asesinadas en esa ciudad por la acción terrorista.

Covite solicitaba que las mencionadas placas se situaran en el lugar en que cada una de esas víctimas fue abatida. La petición forma parte de la iniciativa Una víctima una placa que en su día puso en marcha en marcha el citado colectivo para recordar a esas víctimas en los lugares donde fueron asesinadas, porque considera «una cuestión de justicia y responsabilidad ética y política» el recuerdo a las víctimas de los últimos 50 años en el sitio donde se produjeron los mortales atentados, según el colectivo que preside Consuelo Ordóñez. 

En concreto, y según el citado colectivo, las víctimas del terrorismo en Valencia y para las que Covite ha solicitado una placa al Ayuntamiento son: Juan Antonio Pérez Herrero, asesinado en atentado el 28 de mayo de 1990, que se cerró sin determinarse la autoría, Josefina Corresa Huerta, asesinada por ETA el 16 de diciembre de 1995, Antonio Castelló Vital, víctima de los Grapo el 26 de enero de 1979, José Edmundo Casañ Pérez Serrano, asesinado por ETA el 4 de marzo de 1991 y Emilio García Martínez, asesinado por los Grapo el 19 de abril de 1983.

Además de todos ellos, hay otra sexta víctima asesinada en Valencia: Manuel Broseta, víctima de ETA el 15 de enero de 1992. Pero, en su caso, el colectivo entiende que ya tiene un monolito en el lugar en donde se produjo el asesinato.

Se da la circunstancia de que el último homenaje a una víctima del terrorismo en la ciudad de Valencia tuvo que ser impulsado por el Partido Popular valenciano, que preside el alicantino Carlos Mazón, al cumplirse los 25 años del asesinato del edil popular de Ermua Miguel Ángel Blanco.

Fue el pasado julio, en la calle de la ciudad rotulada con su nombre. En aquella ocasión, asistieron a ese acto, entre otros, tanto Carlos Casañ, hermano de José Casañ, asesinado por ETA en 1991, como Pablo Broseta, hijo del abogado Manuel Broseta. Este último, como se ha dicho, también víctima de la banda terrorista ETA.

La rotulación de la calle con el nombre de Miguel Ángel Blanco también tuvo su historia. Aprobada a propuesta del Partido Popular por el Pleno municipal del Ayuntamiento en julio de 2017, la placa no fue colocada hasta 2021, a pesar de que el PP insistió varias veces para que se agilizara la colación de la placa rotulada.

 

 

 

 

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