El padre de un menor valenciano cuestiona ante el TSJ la seguridad de la vacunación covid en colegios
El padre de un menor valenciano ha cuestionado la seguridad de la vacunación covid en los colegios ante el TSJ. Quiere saber si los centros cuentan con los dispositivos necesarios ante una reacción alérgica.
El presidente de la Generalitat Valenciana el socialista Ximo Puig ha anunciado la intención de ampliar la exigencia del pasaporte covid a nuevos espacios en territorio valenciano, pero sin concretar cuáles serán ni a partir de qué fecha. El anuncio de Puig llega el mismo día en que la Consejería de Sanidad, que dirige la también socialista Ana Barceló, ha iniciado la vacunación de menores de 5 a 11 años en los colegios. Una medida que puede verse paralizada en caso de prosperar la vía abierta por el padre de un menor ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ). Este padre ya había acudido al TSJ el pasado lunes, donde presentó un recurso contra la decisión de la Generalitat Valenciana de recabar las autorizaciones para la vacunación de los menores en un plazo de apenas 24 horas y solicitó la suspensión cautelar de la orden para el inminente inicio de la vacunación infantil en colegios. Hoy, esta misma persona, ha presentado ante el Alto Tribunal un informe pediátrico que sostiene que los centros de vacunación, que en este caso son los colegios, deben contar con los dispositivos y la preparación necesarias para afrontar posibles reacciones alérgicas de los pequeños. Y agrega que en el «brevísimo» espacio de tiempo que ha dado la Consejería para el inicio de la vacunación no ha aclarado cómo va a propiciar que en los 1.800 centros educativos de la Comunidad Valenciana se pueda contar con esos dispositivos ante una reacción alérgica grave.
La Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) ya alertó de los problemas que acarrearía la medida de vacunar en los colegios y de su improvisación. El sindicato reclamó hace unos días a la Consejería de Sanidad valenciana los informes técnicos que avalaban la decisión de vacunar a los niños en los colegios y no en los centros de salud o los hospitales. Criticó, además, la imposición de un protocolo realizado «con prisas» y sin negociación previa. Advirtió, también, que la medida no preservaba la intimidad sobre las personas vacunadas y los que no lo eran y criticó duramente que recayera en los colegios las elección del lugar adecuado dentro del centro para la vacunación cuando la iniciativa es materia de los sanitarios y no de los educadores.
La vacunación-express ‘a la valenciana’ que la Generalitat de Puig y Barceló ha previsto para los menores de edades entre 5 y 11 años está también siendo criticada por la Oposición. Entienden que en apenas una semana, los niños y niñas de esas edades entrarán en vacaciones, con lo que no tendrán que acudir a los colegios. Si, en esos momentos se paraliza la vacunación, la Comunidad Valenciana podría quedar descolgada respecto a otras autonomías que sí han planteado la vacunación de los pequeños en centros de salud y hospitales y que seguirán acudiendo a esos recintos sanitarios, preparados para cualquier posible contingencia, a pesar de las fiestas navideñas.
El modo, la precipitación, los procedimientos y la prevención ante posibles problemas con que la Generalitat Valenciana ha preparado este proceso de vacunación infantil no han gustado a nadie. Ahora, con el recurso antes apuntado ante el TSJ corre serio riesgo de verse paralizada, mientras otras autonomías irán avanzando. A paso más lento, al principio, pero más efectivo y, sobre todo, organizado.